Un grupo de investigadoras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el estudio internacional “más grande hasta la fecha” sobre la violencia de género hacia las mujeres por parte de sus parejas. La investigación determinó que, a nivel mundial, 27% de las mujeres de entre 15 y 49 años atravesaron situaciones de violencia física, sexual o ambas por parte de su pareja masculina al menos una vez en su vida. Son 492 millones de mujeres alrededor del mundo, explican las autoras en el documento publicado el 16 de febrero en la revista británica The Lancet.
A su vez, de acuerdo con los datos publicados, 13% de mujeres en el mismo rango de edad vivió episodios de violencia física, sexual o ambas en el último año antes de ser encuestadas. Las autoras del estudio señalan que es “probable” que la prevalencia “real” de la violencia hacia las mujeres “sea aún mayor” por el “silencio” y la “naturalización” que existe en torno a este tema.
Para la elaboración de la investigación se incluyó el análisis de 366 estudios realizados entre 2000 y 2018 en 161 países que “cubren el 90% de la población mundial”, y se tomó en cuenta la respuesta de dos millones de mujeres de todo el mundo a encuestas y estudios sobre violencia de género, sostiene el documento. Los resultados obtenidos demuestran una “alta y persistente prevalencia” del problema, dicen las autoras, y agregan que, a pesar de los avances conquistados, aún es “un desafío de salud pública mundial”.
Por edad y por región
La violencia hacia las mujeres comienza a manifestarse en edades muy tempranas: la investigación revela que 24% de las mujeres de entre 15 y 19 años vivieron una situación de violencia física, sexual o ambas por parte de sus parejas. La cifra aumenta a 26% entre las mujeres de entre 20 y 24 años. “Este hallazgo es preocupante porque la adolescencia y la adultez temprana son etapas importantes de la vida en las que se construyen las bases para relaciones saludables; esta violencia tiene efectos duraderos en la salud y el bienestar general de las mujeres”, sostienen las autoras.
Entre las mujeres de 30 a 39 años, el nivel de violencia llegó a 28% y, a partir de los 40 años, comienza a descender: 27% de 40 a 44 años, 26% de 45 a 49 años, 25% entre los 50 y 54 años, 24% entre 55 a 59 años y 23% entre las mayores de 60 años. De todas formas, las autoras aclaran que puede existir un “sesgo” de información porque los estudios regionales y nacionales, por lo general, toman datos de mujeres en edades reproductivas (entre 15 y 49 años) y por eso el centro estuvo en ese parámetro de edad.
Al igual que en los valores obtenidos para la violencia a lo largo de la vida, en el último año los niveles fueron más altos entre las mujeres más jóvenes: 16% entre las de 15 y 19 años y 16% entre las de 20 a 24 años. La cifra fue “sustancialmente menor” entre las mujeres de 50 y 54 años (7%) y más baja aún para aquellas de 60 a 64 años (5%) y de 65 años y más (4%).
Asimismo, se registraron variaciones regionales. La prevalencia de la violencia física o sexual hacia las mujeres de entre 15 y 49 años fue más alta en Oceanía y África subsahariana central, con 49% y 44%, respectivamente. En América Latina la cifra se ubicó en 38%. Específicamente en Uruguay, la prevalencia de violencia a lo largo de la vida alcanzó el 18% y fue de 4% en el último año. Las regiones con las estimaciones más bajas fueron Asia Central (18%) y Europa Central (16%).
La investigación concluye que, en general, “los países de ingresos altos tienen tasas de violencia más bajas” y que los resultados “son consistentes” con las “diferentes circunstancias sociales, económicas y políticas que están asociadas con la violencia de pareja y limitan la capacidad de las mujeres para dejar las relaciones abusivas”.
El impacto de la pandemia
Las investigadoras afirman que, si bien “se han logrado avances en la implementación” de programas para la prevención y atención de situaciones de violencia de género, los avances “son totalmente insuficientes” para alcanzar la meta de “eliminar la violencia contra las mujeres para 2030” establecida en la Agenda de Desarrollo Sostenible. Además, advierten que la prevalencia de violencia presente hasta 2018 “se agravó por la pandemia de covid-19, que ha causado un revés sin precedentes en esfuerzos para reducir la violencia contra las mujeres”.
En esa línea, llaman a los gobiernos y autoridades competentes a “prestar mayor atención”, “invertir más” y “actuar con mayor urgencia” en pos de la “reducción” de la violencia física y sexual hacia las mujeres y contemplar los efectos de la pandemia en este problema. También destacan la necesidad de que se realicen nuevos estudios, estimaciones e investigaciones sobre estas situaciones para conocer de mejor manera los efectos negativos de la covid-19 en distintos países y regiones.