Unos días después de que un folleto con una amenaza a la población LGBTI+ apareciera en un salón de clase del liceo 36 Instituto Batlle y Ordóñez (IBO), el gremio estudiantil de la institución pidió ayuda para identificar a la o las personas responsables. En un comunicado difundido este lunes en su página de Instagram, el gremio del Centro de Estudiantes del IBO (Ceibo) calificó la situación de “irregular” y “sumamente denigrante, ilícita y contra la libertad de expresión”, y repudió “las acciones que incitan a la violencia y al odio que han estado sucediendo en el liceo”.

En el folleto en cuestión, que fue encontrado el 12 de octubre, se podía leer la frase “los fascistas andan en la vuelta”, junto con una esvástica, y el texto: “LGBT: ¡los tenemos en la mira! Sabemos que discutir no sirve. ¡La violencia entonces! ¡Tu arcoíris no te va a proteger de una guerra civil!”.

Las y los estudiantes agremiados situaron este hecho en el marco de “una serie de eventos que han tenido lugar desde principio de año, como la ruptura, quema y vandalización de carteleras vinculadas a la educación sexual y la promoción de derechos”. En esa línea, solicitaron que “si alguien sabe quién o quiénes están realizando estas intervenciones violentas”, se comunique con la dirección del centro educativo o con el propio Ceibo.

El mismo día en que se encontró el folleto, un grupo de docentes del IBO aseguró que se trataba de un “mensaje de incitación al odio” y advirtió que no era un caso “aislado”. Según supo la diaria, el primer episodio tuvo lugar en marzo, cuando fue destrozada la cartelería vinculada al Día de la Mujer. Luego, a principios de junio, apareció un afiche que expresaba: “Te creés rebelde por creer en la diversidad”, “la tolerancia”, “la igualdad”, “la democracia”, “el socialismo” y “el feminismo”, entre otras cuestiones. Sin embargo, los ataques aumentaron particularmente en setiembre, durante el Mes de la Diversidad, cuando se destruyeron todas las carteleras que visibilizaban la temática e incluso una fue prendida fuego y tirada a una papelera de plástico, como señaló la semana pasada Graciela Almeida, adscripta del IBO, a la diaria.

Almeida también confirmó que la institución hizo la denuncia policial por la última amenaza, en el entendido de que puede constituir un delito de incitación al odio, tal como establece el artículo 149 BIS del Código Penal.