El Consejo Directivo Central de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU) y la Asociación de Trabajadores de La R denunciaron este jueves el “atropello antisindical” y el “machismo patronal” del Grupo R Multimedio –ex La República– por despedir a una trabajadora que comunicó que adheriría al paro de mujeres el próximo 8 de marzo. En un comunicado conjunto, señalaron que el despido se produjo “apenas notificada la decisión del sindicato de base de adherir al paro del 8M y varios días antes de que la medida se concrete”. “Es, a todas luces, un despido ‘por las dudas’”, agrega el texto, en donde a la vez se exige el “reintegro inmediato” de la trabajadora.

Los sindicatos aseguraron que la decisión tiene lugar luego de un año y medio de funcionamiento –desde el cambio de firma– en el que la empresa “ha demostrado ser profundamente misógina, con represalias contra trabajadoras”. En ese sentido, recordaron que, a fines de 2022, “se probó ante la Justicia que en esta empresa existía persecución sindical y se logró el reintegro de cuatro trabajadores delegados sindicales que habían sido injustamente despedidos”, de los cuales tres eran mujeres.

A la vez, el comunicado señala que “varias de las mujeres que trabajan en el Grupo R Multimedio son madres jefas de hogar y se han visto reiterada y notoriamente perjudicadas por los permanentes incumplimientos en el pago de salarios”.

“Como denunciamos muchas veces que hablamos del sistema patriarcal, existe una alianza profunda con el sistema capitalista para explotar a las mujeres. También para hacerles saber que, si intentan salirse de ese lugar, serán severamente castigadas”, concluye el comunicado.

La Federación Internacional de Periodistas compartió el texto en su cuenta de Twitter, en donde manifestó su “repudio” a la situación y “demandó” la reincorporación de la trabajadora.

“Un tema sindical y de género”

En diálogo con la diaria, el secretario general de APU, Rody Olivera, contó que el sindicato informó en un mail enviado a las 12.40 quiénes eran las dos trabajadoras que iban a parar el 8M y que, a las 14.28, una de ellas recibió un Whatsapp con la notificación del despido “por razones de mejor servicio”, según figura en las capturas del correo electrónico y del mensaje a las que accedió la diaria. En ese mensaje le informan además que debe pasar el próximo lunes a cobrar la liquidación.

Para Olivera, una señal que muestra que “no había planificación de despedir a la compañera” antes de que se notificara la medida del paro es que la trabajadora asegura que ese mismo día, previo al mediodía, la encargada le preguntó si iba a parar el 8, ella le dijo que sí y la superior no sólo le comentó que le iba a pasar un formulario para que diera cuenta de la decisión, sino que además le pidió que armara para antes del viernes “un par de notas que tengan que ver con el 8 de marzo, para hacer un suplemento especial” en relación a ese día. “La compañera le dijo que lo armaba sin problema y al rato la despiden”, relató Olivera.

El secretario general de APU dijo que mantuvo contacto con el abogado de la empresa y que le informó que el despido era “por cuestiones laborales” y que no tenía “nada que ver con el paro”. Según Olivera, el abogado también le recomendó a la empresa que redactara un comunicado de adhesión al paro de mujeres. “O sea, después de echar a la mujer, porque el abogado les recomendó, sacan un comunicado, que mandan por Whatsapp, diciéndoles a las trabajadoras que si quieren parar pueden parar. Es una vergüenza brutal, un descaro, una desfachatez”, cuestionó.

El representante dijo que la otra trabajadora que notificó que adheriría al paro del 8M es una delegada sindical que hace unos meses “fue despedida y restituida a través de un juez” y sospecha que por eso no fue despedida como su compañera.

Respecto de si el sindicato tomará acciones legales, Olivera dijo que, en principio, están intentando negociar con la empresa la restitución de la trabajadora, aunque entienden que la negociación “ya está cerrada, porque ya se le indicó que pase a cobrar la liquidación”. De todas formas, acotó que “para hacer una denuncia en un juzgado por amparo tenemos 30 días y lo vamos a hacer, porque la compañera entiende que está siendo despedida por ser miembro del sindicato y por ser mujer y querer parar un 8 de marzo, después de que el PIT-CNT aprobó y respalda el paro de las trabajadoras mujeres”. En ese sentido, afirmó que “esto ya no es un tema solamente sindical, sino que también es de género”.