Este sábado 3 de junio se cumplieron ocho años de la primera convocatoria del Ni Una Menos, que nació en Argentina para denunciar los femicidios y se convirtió en una de las fechas centrales de la agenda feminista de América Latina. La jornada apuntó a visibilizar las dimensiones estructurales de la violencia femicida, así como a generar conciencia sobre todas las formas de violencia machista.
El movimiento feminista uruguayo se ha sumado a la convocatoria desde el principio y, año a año, colectivos y organizaciones se movilizan en las calles para informar, interpelar y denunciar la situación en nuestro país.
Este año se llevaron a cabo manifestaciones en distintos puntos del territorio nacional. En Montevideo, particularmente, hubo dos intervenciones el sábado. Por un lado, Tejido Feminista convocó a encontrarse a partir de las 16.00 en la plaza Seregni, bajo la consigna “Ríos libres para vidas dignas y gozosas”, con el foco en “poner la vida en el centro”: “Las vidas de nuestras amigas y hermanas asesinadas, desaparecidas; las nuestras y las de los ríos”, decía la convocatoria.
Por su parte, la Coordinadora de Feminismos llamó a concentrarse en la plaza Libertad, a las 18.00, para replicar el grito: “¡Hasta que paren de matarnos!”. “Porque sabemos que el femicidio, última consecuencia de la violencia estructural patriarcal, nos mantiene en alerta feminista durante todo el año, mientras los mecanismos de contención y denuncia institucionales continúan vacíos de recursos acumulando vidas como expedientes y burocratizando la posibilidad de las mujeres, niñas y adolescentes de salir de situaciones de violencia machista”, señaló la plataforma en sus redes sociales.
El año pasado, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, activistas feministas y especialistas en violencia de género aseguraron a la diaria que Uruguay atraviesa una “escalada” y una “agudización” de los femicidios. En ese sentido, remarcaron que “los números de femicidios no solamente no bajan, sino que aumentan”, y que “no ha habido un abordaje de las causas por las cuales se producen”, como para “decir que realmente se atacó esto y no dio resultado”.
Que se vea
María Delia Cúneo, integrante de la Coordinadora de Feminismos, había adelantado a la diaria que la idea para este sábado en la plaza Libertad era intervenir el espacio público con carteles que recuerden todos los femicidios de los últimos tres años, que, según los registros de la plataforma, suman 102. Esos carteles van a tener siluetas y datos importantes, como el nombre de la mujer, la edad, el lugar en donde fue asesinada y el año. “Esperamos que [los carteles] se conserven por lo menos unas horas para que las personas que pasan por la avenida [18 de Julio] puedan tener ese impacto visual de lo que significa la cantidad de femicidios que hubo en los últimos tres años, que a veces queda como naturalizado, porque, entre tanta noticia, se va perdiendo la dimensión global”, explicó la activista. “Que se vea: son todas estas mujeres en tres años”, enfatizó.
Cúneo señaló que “los femicidios prácticamente no han decrecido y se han mantenido”, y dijo que, “en los últimos tiempos”, da la “impresión” de que “hay una falta de información y una intencionalidad de no difundir este tipo de violencias, de que se trata de que no aparezcan femicidios en la prensa y de no crear una alarma en torno a este tema”.
“Decimos Ni Una Menos porque llevamos más de ocho años de alertas feministas, nombrando a las asesinadas, porque nos es necesario no dejar de ponerles nombre, no dejar de gritar que no son casos aislados, no naturalizar el femicidio, no distraernos y mantenernos juntas en las calles”, planteó la Coordinadora de Feminismos en un texto, al que accedió la diaria, que se entregó durante la intervención. “Porque en los pocos espacios de justicia continúan sentados quienes no investigan las desapariciones de gurisas que posiblemente pudieran estar involucradas en casos de trata y explotación sexual, o bien archivan a destajo denuncias de violencia sexual”, agregó el documento.
Las activistas denunciaron además una crisis hídrica que “también nos mata” y recordaron que este año se aprobó “una ley que perpetúa formas de violencia patriarcal hacia mujeres, niñeces y adolescencias”, “únicamente otorga derecho a los varones progenitores” y “no escucha las necesidades de los niños y las niñas”, en clara referencia a la ley de tenencia compartida.
Tejido Feminista
“Ríos libres para vidas dignas y gozosas” es la consigna que eligió este año Tejido Feminista, con la intención de “hilar” el “paralelismo entre la fuerza del agua y la lucha feminista”, y la crisis hídrica que atraviesa el país, señaló Cecilia Menéndez, una de sus integrantes, a la diaria. Por eso, otra de las consignas que proponen es la de “no es sequía, es saqueo, y la salida es agroecológica y feminista”.
Las activistas llamaron en esa línea a “poner la vida en el centro”: “Hacer ese tejido entre lo que nosotras ya venimos diciendo en relación al cuidado de la vida –que en este sistema además lo solemos hacer las mujeres y que también implica el cuidado de la naturaleza– y los asesinatos de mujeres”, y este año cruzarlo a la vez con la situación del agua, explicó Menéndez. “El feminismo defiende la vida y la lucha por el agua tiene que ver con eso también, no es sólo contra la violencia de género”, apuntó.
La propuesta concreta, una vez en la plaza Seregni, fue generar un primer momento de intercambio para pensar “memorias acuáticas”, es decir, “cuáles memorias del agua tenemos, y poder charlar de esas memorias para también pensar cómo nos afecta el tema del agua en la vida de las mujeres y las disidencias, particularmente, y qué deseamos para nuestras vidas”, dijo la activista. En ese sentido, dijo que la idea es “no quedarnos solamente en lo que no está, en la falta, en el problema o en la muerte, sino tender a la vida. Ese también es nuestro deseo: encontrarnos para visualizar problemáticas y pensar juntas qué queremos hacer”.
Después del intercambio, se construyó un altar para recordar a todas las mujeres y disidencias “víctimas del patriarcado” y, finalmente, intervenieron la plaza. “Aprovechando la situación y la cantidad de bidones que estamos produciendo, vamos a hacer unas guirnaldas con bidones, intervenirlas con frases, dejar una pancarta, poner música. La idea es compartir unas horas, intercambiar y estar juntas”, había adelantado Menéndez. Por eso, en la convocatoria que difundió Tejido Feminista también invitó a “llevar velas y fotos que nos inspiren; hierbas, inciensos y flores para sanar; bidones y botellas para intervenir la plaza”.
En cifras
En los primeros diez meses de 2022, el Ministerio del Interior registró 24 femicidios –dos más que durante el mismo período de 2021– y 11 tentativas, lo que implica, que, en promedio, cada nueve días se mató o se intentó matar a una mujer el año pasado. La mayoría de las mujeres (67%) fueron asesinadas por una pareja, expareja o una persona con la que mantenían un vínculo sexoafectivo.