Así como en Uruguay contamos con el servicio gratuito 0800 4141 para recibir asesoramiento ante situaciones de violencia de género, en Argentina existe la línea 144, creada por ley y que el año pasado cumplió una década de funcionamiento. Justamente, en el marco de ese aniversario emblemático, en setiembre, el entonces Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad –ahora convertido en subsecretaría por el gobierno de Javier Milei– informó que el servicio atiende un promedio de 340 comunicaciones diarias. Señaló también que 98% de quienes llaman son mujeres y que en general reportan episodios de violencia física y psicológica.

En la Ciudad de Buenos Aires, en particular, el servicio atendió 50.000 llamadas y hasta hace unos días era gestionado por 30 trabajadoras, de acuerdo con la información oficial consignada por Página 12. Esa cantidad de personal ya era insuficiente para el volumen de la demanda, pero ahora las trabajadoras alertan que el gobierno de la ciudad, en manos de Jorge Macri (Juntos por el Cambio), avanzó hacia un recorte que pone en riesgo el alcance de un servicio que brinda asesoramiento y contención las 24 horas del día.

María Riso, una de las trabajadoras de la línea, dijo a Página 12 que a varias psicólogas que integraban el equipo desde la segunda mitad de 2023 les notificaron de la “no renovación” del contrato, sin que se haya realizado “ningún tipo de evaluación respecto de su desempeño ni informes sobre su trabajo como para echarlas así”. Al mismo tiempo, aseguró que algunas de ellas recibieron, sin previo aviso, un telegrama de despido el 31 de diciembre.

De esta forma, el 144 de la Ciudad de Buenos Aires sufrió un recorte de 10% de su fuerza de trabajo, aseguró Riso, y advirtió que esto impacta directamente en la calidad de la asistencia, “ya que las compañeras que quedan no dan abasto para cubrir todas las necesidades”.

Pero, además, esta reducción de personal también implica “una sobrecarga tanto física como mental para ellas, quedando comprometidos su salud y sus otros derechos laborales, como las vacaciones. Al estar el servicio en su mínima capacidad para sostenerlo, no hay posibilidades, casi, de enfermarse”, agregó la trabajadora.

Despidos en otras áreas de violencia de género

La línea 144 no fue el único servicio de la Ciudad de Buenos Aires dirigido a víctimas de violencia de género que sufrió recortes de personal. Desde fines de diciembre hasta comienzos de esta semana, también fueron despedidas trabajadoras del Refugio Mariquita Sánchez –que brinda alojamiento seguro para mujeres con o sin hijos que están atravesando una situación de violencia de alto riesgo–, del Hogar Eva Duarte –destinado a madres jóvenes embarazadas o con niños pequeños– y de los Centros Integrales de la Mujer –que ofrecen información y asesoramiento sobre derechos en general–, según informó el medio La Izquierda Diario.

En el caso del Hogar Eva Duarte, fueron despedidas psicólogas que pertenecían al equipo técnico, integrado por cinco personas. “Somos muy pocas: con que falte sólo una ya es un problema”, dijo en ese sentido Ana María Ferraro, una de las profesionales, a Página 12. Esto significa “una mano menos no sólo en lo profesional sino en la operación cotidiana para que las actividades puedan salir adelante”, apuntó Ferraro, ya que son personas que, además de aportar desde su profesión, “se caracterizan por poner el cuerpo” y “ayudan en un montón de tareas”.

Argentina registró 308 femicidios en 2023, según el Observatorio de Violencias de Género Ahora Que Sí Nos Ven. Esto se traduce en un femicidio cada 28 horas. El informe revela que 20% de las víctimas había hecho al menos una denuncia y 12% tenía medidas de protección.