Una de las razones por las que la principal marcha en defensa de los derechos de las disidencias en Uruguay se trasladó de junio a setiembre fue climática. Es que el 28 de junio, cuando se celebra el Día Internacional del Orgullo LGBTI+ y en el país precursor (Estados Unidos) está empezando el verano, por estas latitudes ya comenzamos a atravesar los primeros fríos invernales, enemigos de las convocatorias al aire libre. Este viernes, sin embargo, algunos colectivos decidieron desafiar las heladas y el viento en contra –en el sentido más literal posible–, y en Montevideo convocaron a salir a la calle para reivindicar y poner el orgullo en el centro de la lucha por vidas más dignas y más libres.
La invitación era a concentrarse a las 18.00 en la Plaza de la Diversidad, en Ciudad Vieja, para pintar carteles antes de empezar a marchar. “Aflojá con el odio”, “basta de matarnos”, “¿y si sos trans?”, “poder queer” y “resistir y gozar” eran algunas de las consignas que aparecían sobre los lienzos blancos, en letras negras con detallecitos rosados, verdes, amarillos y anaranjados brillantes.
Mientras tanto, en el resto de la plaza, la espera se prestaba para desplegar distintas estrategias de entrada en calor. Entre bufandas, camperas, gorros de lana y sobretodos, grupitos de personas empezaban a asomarse y encontrarse. Algunas curioseaban las leyendas de las pancartas todavía con la pintura fresca, otras compartían algo de tomar, y algunas menos bailaban al ritmo de la música electrónica que sonaba alta y potente.
Todas respondían a la convocatoria impulsada por Rareo –que agrupa a los colectivos Fiesta Rara, Tortas al Bar, Jadeo, Tigre y Fancy Latin– y que fue difundida por otras organizaciones que se sumaron esta semana, como el proyecto educativo Eskuelita Trans y la biblioteca lesbofeminista Memoria Les.
“Convocamos a manifestarnos contra las políticas represivas y todas las fuerzas del terror. Locxs, rarxs, travxs, tortxs, trolls, discxs, mostrxs, rotxs y putxs unidxs defendiendo lo conquistado y haciendo frente a un contexto lleno de violencia y odio. Nuestro orgullo reside en el cuidado de la comunidad, la construcción de memoria, la lucha por la libertad y en nuestro accionar crítico, callejero e inconforme”, decía el texto que circuló en las redes sociales.
Diego, integrante de Rareo, se alejó un poco del tumulto para explicarle a la diaria que esas “fuerzas del terror” aluden específicamente a la “ola fascista que hay en Latinoamérica” y que se ensaña particularmente con las disidencias. Mencionó la Argentina de Javier Milei y el reciente intento de golpe de Estado en Bolivia, pero dijo que “también estamos viendo un crecimiento del fascismo en Uruguay, tanto del gobierno, en cosas que están sucediendo que ya son públicas y sabidas, así como también en la gente”.
Así, recordó que sólo esta semana, en días diferentes, dos personas trans fueron agredidas verbal y físicamente en nuestro país, según denunciaron varios colectivos. “Pero también hay un montón de violencias diarias, sistemáticas y estructurales, como, por ejemplo, que nuestras amigas trans casi que no consiguen un trabajo y siempre están relegadas al trabajo sexual”, puntualizó el activista.
Si bien Rareo es un colectivo que organiza eventos socioculturales, en este escenario la idea de la marcha no era ser una “celebración”, sino un espacio de “encuentro” y “reivindicación”.
Ocho minutos después de las 19.00, un centenar de personas se agruparon detrás de una especie de mini carroza de la que colgaban banderas y tules, coronada por luces de colores, y que en la parte de atrás transportaba a la DJ que musicalizó el recorrido con mucha electrónica y mucho pop. Al frente de la marcha, una pancarta advertía: “El miedo enferma, la solidaridad protege”.
Al llegar a la Plaza Libertad, no hubo intervención artística ni lectura de proclama, como suele haber en este tipo de manifestaciones, sino que se habilitó una instancia de “micrófono abierto”. “La idea era retomar algo que se hacía en las primeras marchas [del Orgullo], para que también sea una participación popular, y que cada cual pueda ir y expresar lo que siente, cómo se siente, cuáles son sus reclamos. Demostrar su lucha a través de sus palabras”, apuntó Diego.
Antes de volver al tumulto, el integrante de Rareo dijo que el colectivo también se declara “a favor de Palestina y en contra del sionismo y del genocidio”, porque, ante todo, se posiciona “a favor de los derechos humanos”.