En un contexto en el que los grupos de varones que tienen más llegada en las redes sociales, los medios e incluso el Parlamento son los que promueven discursos de odio y violencia hacia las mujeres, tres organizaciones se desmarcan para demostrar que otro tipo de espacio masculino es posible. Se trata del colectivo Varones por la Igualdad, la Red Masculinidades Uruguay (Redmasuy) y Varones Antipatriarcales por la Revisión, Reflexión y Acción (Varra), que convocan para este viernes a una “jornada nacional” con la consigna: “Varones contra la violencia de género. Nos hacemos cargo”.

El objetivo es que, durante todo el día, haya manifestaciones en distintos puntos del país. En Montevideo, particularmente, llaman a concentrarse a las 19.00 en la plaza Cagancha, donde habrá un espacio para que las personas se expresen sobre el tema y se leerá una proclama. También se realizarán diferentes movidas en departamentos como Canelones, Florida, Maldonado, Rocha, San José y Tacuarembó, según adelantó a la diaria Alberto Curiel Castoriano, vocero de Varones por la Igualdad y también integrante de Varra. En las últimas horas, el PIT-CNT adhirió a la convocatoria.

El llamado es para que participe “todo el mundo”, no sólo los hombres, más allá de que el “objetivo central” es “comenzar un amplio diálogo” con ellos, apuntó el activista.

“Hoy los hombres somos la fuente principal de la violencia de género y social, dañamos el bienestar de mujeres y disidencias y además nos perjudicamos con ella: basta observar la proporción enorme de hombres en la cifra de suicidios, cárcel, homicidios, gente en calle, barrabravas en el fútbol”, dicen los colectivos convocantes en la invitación que circula por redes sociales. “Buscamos un diálogo de los varones, con todos ellos. Hemos sido educados en valores y conductas que van contra la convivencia social pacífica. Llamamos a unirse a este movimiento que nos beneficiará a todos y todas, porque busca humanizar el sistema de convivencia actual”, agrega el texto.

La idea de organizar la jornada surgió a mediados de setiembre, unos días después de que Andrés Morosini asesinara a sus dos hijos en un episodio de violencia vicaria y luego se suicidara, en Soriano, y antes del caso de Pablo Laurta, el uruguayo fundador del grupo antifeminista Varones Unidos, imputado en Argentina por el doble femicidio de su expareja y su exsuegra, y el homicidio de un remisero.

Es posible que el nombre de Laurta resuene en las movilizaciones de este viernes. En un comunicado conjunto divulgado el 15 de octubre, los tres colectivos condenaron los crímenes del femicida y tomaron distancia “del grupo que lidera este hombre y de otras organizaciones similares a la suya, en relación a nuestros colectivos, desde donde promovemos valores y objetivos de verdadera justicia y de transformación del papel de los hombres en el orden de género que impera en nuestra sociedad, criticando nuestros privilegios y denunciando los problemas de nuestra educación como varones”.

En contrapartida, detallan que “agrupaciones como las que integra Pablo Laurta [...] tienen como orientadores a varones judicializados por violencia doméstica y de género y argumentan contra los derechos de las mujeres, que supuestamente estarían ahora demasiado favorecidas por la legislación y habrían logrado tener el poder en la sociedad”.

Para este psicólogo y activista de 76 años, casos como el de Laurta y el de Morosini son situaciones “extremas” dentro del “abanico del machismo”, pero los varones están “permanentemente cometiendo micromachismos”, y el diálogo tiene que empezar por ahí. “Llamamos a que se integren, a que nos llamen a talleres y a hacer un gran diálogo con los hombres para que se vuelvan a pensar” y para mostrarles “que hay algo bueno en el futuro si nos revisamos”, insistió Curiel.

Varones por la Igualdad: orígenes y objetivos

Varones por la Igualdad es el más antiguo de los tres colectivos organizadores. Fue creado en 2017, con la misión de “profundizar en las causas que llevan a los varones en general a tener un comportamiento violento y de discriminación hacia las mujeres y disidencias, perpetuando la sociedad patriarcal, y trabajar en todos los campos necesarios y posibles, para revertir la mencionada situación”, según se lee en su página web.

“En ese momento se habían acumulado unos cuantos femicidios, y con un grupo de amigos, en general veteranos, nos juntamos en un bar y empezamos a pensar en el tema y ver cómo hacer algo”, rememoró Curiel. “Decíamos ‘es una barbaridad lo que está pasando, están matando a las mujeres y son siempre hombres los que las matan’; nosotros, como hombres, no nos sentíamos ajenos al asunto”, afirmó.

Después de dos reuniones “de boliche”, en las que no llegaron a ser más de 12 personas, decidieron llamar a una asamblea y finalmente realizaron tres, que “en ese momento fueron bastante multitudinarias”, recordó el activista, que estimó la presencia de unos 200 hombres. De esas instancias surgió el nombre, Varones por la Igualdad, y de aquellas decenas de personas quedaron unos 20 activos.

Hoy en día son “un poco más de 50” en el grupo de Whatsapp y unos 15 los que están “activando”, explicó Curiel, y detalló que el grupo se “autofinancia” con aportes mensuales de 300 o 500 pesos. Dijo además que, de las tres agrupaciones, es la que está conformada por personas más grandes: los integrantes tienen entre 50 y 76 años. En Varra, el otro grupo que integra, la mayoría tiene entre 30 y 50 años.

A la hora de describir el trabajo que hacen como grupo, Curiel dijo que siempre intentaron “tallar socialmente, ir a los medios, donde nos convoquen”. “En estos años hemos hecho y dirigido talleres, hemos ido a liceos a hablar sobre temas del noviazgo con los chiquilines, a clubes deportivos”, enumeró. “Algo está pasando con la educación que es necesario transformar; entonces, hablar con los adolescentes, cuestionar el tema de la violencia como solución a los conflictos”, afirmó.

El mensaje central que promueve el grupo es el de “lograr equidad con las mujeres, pero siempre desde el punto de vista de que nosotros somos los que tenemos privilegios y que esos privilegios también tienen una cara de carga social y de mandatos que nos deshumanizan”. El activista reconoció que están siempre “en aprendizaje” y que han “aprendido mucho de las feministas”. De hecho, desde el año pasado Varones por la Igualdad integra la Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual.

Presentarse como un grupo de varones: desconfianza y confusión

Los “grupos de varones” tienen mala fama para quienes buscan la igualdad de género porque, hasta ahora, los que han tenido más alcance no son necesariamente los que luchan contra las desigualdades y las violencias machistas, sino los que promueven todo lo contrario. Por eso, para organizaciones como Varones por la Igualdad a veces es difícil llegar a algunos espacios sin ser vistos con desconfianza.

Curiel puso como ejemplo el encuentro que tuvieron con la Comisión de Género del PIT-CNT que finalmente derivó en el apoyo de la central sindical a la jornada. “Las compañeras no nos conocían, entonces, a pesar de que íbamos de parte de alguien de su confianza, nos tomaron prueba, nos preguntaron qué pensamos de la corresponsabilidad en la crianza, qué pensamos de esto y de lo otro. Después terminó derivando en que el PIT-CNT apoya y convoca a la concentración en la plaza Cagancha, que para mí es algo histórico”, apuntó.

El activista dijo que otra cosa que les pasa seguido es que los confundan, justamente, con los grupos de varones antigénero. Contó que, desde que se difundió la convocatoria para la movilización, lo llamaron “tres madres de hombres judicializados” por violencia de género. “Yo las escucho con toda paciencia y les doy el teléfono del [servicio de] varones de la Intendencia de Montevideo para que hablen, pero bueno [...] Quieren complicidad, digamos, ayuda, pensando que en Varones por la Igualdad somos unos tipos que nos quejamos de nuestra falta de derechos con relación a los de las mujeres. Está muy difundido ese tema, el de las falsas denuncias, todas esas cosas”, puntualizó.

Por otra parte, Curiel aseguró que suelen recibir “comentarios agresivos” en redes sociales, del estilo “es una banda de trolos” o “mariquitas”. “Recibimos permanentemente estos comentarios, de hombres y de mujeres, como que estamos del lado de las feministas o de las ‘feminazis’, y que vamos contra nuestros propios intereses como varones”, explicó. Y enseguida agregó: “Es una lucha larga, pero estamos muy orgullosos de llevarla adelante”.