Luego de terminar su participación en la fase de grupos de la Copa Libertadores, Nacional y Peñarol levantaron sus respectivas cuarentenas, necesarias y exigidas para poder jugar tanto a nivel local como internacional –más allá de algunas diferencias entre una y otra–, cuando en realidad debían permanecer aislados. La medida no fue del agrado del Ministerio de Salud Pública (MSP), sobre todo porque los aurinegros jugaron contra Athletico Paranaense, un rival que en la previa tuvo jugadores con covid-19. En conjunto con la Secretaría Nacional del Deporte (SND), el MSP le comunicó a la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) que dichos planteles están inhabilitados para jugar el fin de semana porque deben hacer cuarentena obligatoria hasta el martes.
Como ni el MSP ni la SND pueden suspender partidos, la pelota quedó en la cancha de la AUF. Dentro de las posibilidades que se manejaron, suspender los partidos en cuestión (Defensor-Peñarol, que iba el sábado 19.30 en el estadio Franzini, y Deportivo Maldonado-Nacional, programado para el domingo 21.15 en el Campus Municipal), postergar la fecha completa o, en su defecto, ratificar la fijación y que tanto Peñarol como Nacional jueguen con planteles alternativos –situación que se ha dado en buena parte del mundo cada vez que hay jugadores con coronavirus–, la Mesa Ejecutiva se quedó con la primera.
La jornada arrancó como estaba prevista, Deportivo y Nacional jugarán el jueves 29 en el Campus Municipal, mientras que violetas y carboneros lo harán el sábado 31 en el Franzini.