El fútbol profesional es una unidad de negocios que enajena su competencia, partidos, imágenes, y asimismo una industria que da trabajo a cientos de personas. Por esas necesidades, y otras que eufemísticamente transfieren graciosamente al pueblo, el campeonato volverá. Es una demanda contractual –ya lo dijo el economista Ignacio Alonso en Sport 890–: para cumplir con una cláusula que la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) tiene con la empresa Tenfield, según la cual debe asegurarle 240 partidos de Primera División en el año, se jugaría este mismo año el Apertura –que apenas lleva tres fechas de las 15–, el Intermedio (ocho jornadas) y el Clausura hasta la octava fecha. ¿Cómo jugar 28 partidos en 150 días? No parece posible, mucho menos razonable para la salud de los deportistas. Pero hay más: si se juegan –tal como se ha manifestado desde la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol)– la Libertadores y la Sudamericana, habrá clubes que deberán jugar seis, ocho o diez partidos más en el mismo período.
Misión (im)posible
La fecha establecida por el Poder Ejecutivo, articulando diversas secretarías, para el comienzo del fútbol de la Primera División masculina de la AUF en el marco de la emergencia sanitaria es el 15 de agosto. Es cierto que esa fecha documentada por la Secretaría Nacional del Deporte fue discutida y hasta podría tener una revisión, ya que ahora con la disparada del brote en Treinta y Tres y el apriete de perillas parece difícil. También es cierto en la AUF hay quienes piensan en empezar antes: el 1° de agosto.
Contando el fin de semana del sábado 15 de agosto, quedan 20 fines de semana hasta enero de 2021. Por otra parte, no son todos utilizables, porque el domingo 27 de setiembre se celebrarán las elecciones departamentales. Compitiendo sólo los fines de semana hasta fin de año, sólo se podrían jugar 19 jornadas. Dentro de esas 19 posibles fechas de disputa se incluye la del domingo 27 de diciembre, que además de caer en medio de lechones y budines, está en el medio de la licencia de los futbolistas. Aquí es donde se le empieza a dar vueltas, como si fuesen las difíciles combinaciones del cubo de Rubik.
Desde el 15 de agosto hasta el 31 de diciembre hay 19 semanas que podrían estar disponibles para la práctica del fútbol profesional en Uruguay. Sin embargo, por ahora, mientras se mantenga firme la intención de reprogramar para lo que queda del año la Copa Libertadores, ya sabemos que por lo menos, en el caso de la peor participación de los seis clubes de la AUF que están disputando los torneos de la Conmebol, habrá seis semanas en las que sólo se podrá jugar una fecha por vez. Es que a Nacional y a Peñarol les queda un mínimo de cuatro partidos a cada uno en la fase de grupos de la Libertadores (cuatro semanas, de acuerdo al formato habitual de disputa) y les tendría que ir pésimo para no tener al menos dos semanas más, ya sea en octavos de final de la Libertadores o en dieciseisavos de la Sudamericana. Esos justamente son los encuentros que, una vez terminada la fase de grupos de la Libertadores, deberán jugar Liverpool, River Plate, Plaza Colonia y Fénix.
Se nos viene fin de año, preparando carnaval
Jugando hasta el 20 de diciembre habría 32 fechas posibles para fijar si sólo se disputara el Uruguayo y con la barbarie de jugar cada tres días, después de que los futbolistas estuvieron, por primera vez en sus vidas, parados durante tres meses. Una insensatez, a todas luces, para brindarle a Tenfield los 240 partidos televisables. Claro, por ahora se juegan la Libertadores y la Sudamericana, por lo que seguro hay que restar un mínimo de seis fechas, y como creemos que por lo menos uno seguirá adelante, serán ocho o tal vez diez posibilidades de jugar entre semana por las copas. Entonces sabemos que la posibilidad de jugar una vez cada tres días se dará como máximo 26 veces y puede descender a 24, 22 o 20, según siga avanzando cualquiera de los seis clubes que están en competencia internacional.
En esta verosímil pero humanamente casi irrealizable programación, deberíamos sumar un factor más de desgaste: los viajes. Si continúan la Libertadores y la Sudamericana, habrá seis clubes que estarán viajando en ese lapso de tres o cuatro días. Si sólo se juega el Uruguayo, la carga de Plaza Colonia y Cerro Largo será muy difícil de sostener. Los arachanes tendrían 800 kilómetros semanales, y los colonienses casi 400 kilómetros, a los que se sumarían otras millas si además se juega la Sudamericana. No hay lomo ni plantel que aguante.