Iban 78 minutos de juego entre Unión de Santa Fe y Nacional por la Copa Sudamericana cuando, con el gol de Juan Ignacio Ramírez, el tricolor empató el asunto. En ese momento se desató una ola de violencia contra periodistas uruguayos.

El estadio 15 de Abril de Unión de Santa Fe está en obras, por lo que los periodistas uruguayos fueron ubicados en una bancada de prensa totalmente improvisada, que se conectaba directo con los plateístas de Unión.

En el momento en que se concretó el 1-1 y los periodistas radiales esbozaron el grito de gol, parciales del conjunto local comenzaron a agredir físicamente a los trabajadores uruguayos.

Los agresores dañaron equipos de trabajo y luego utilizaron esas mismas consolas, micrófonos y radios para volver a violentar, según explicó Gabriel Regueira, de Radio Carve.

Noche para el olvido

La peor parte se la llevó el relator del programa partidario Bolsilludos, Paolo Pollo Benavente, que debió ser trasladado al sanatorio local, donde fue asistido porque estuvo a punto de perder la vista.

“Instamos a Unión de Santa Fa a que muestre los videos, pedimos que los muestre, para que vean que en ningún momento los periodistas partidarios provocamos al público plateísta de Unión de Santa Fe”, dijo Benavente a la diaria.

Contó que luego de que comenzaron a tirar botellas de agua, cincharon el cable de uno de los micrófonos y lo tiraron “como si fuera una boleadora”; con ese objeto le pegaron por primera vez en el tabique nasal.

Según Benavente, “vinieron a donde estábamos enajenados, se empezaron a armar de cualquier elemento que pudiera lastimar, arrancaron los pupitres de madera y los partieron, empezaron a tirarlos y así destrozaron todos los equipos -que son muy costosos y en nuestro caso los compramos nosotros mismos-”.

A raíz de eso se cortaron las transmisiones, y fue en ese momento que a Benavente le cayó en la nariz y en un ojo un pedazo de tablón que arrojó un hombre.

“Casi pierdo el conocimiento y quedé deambulando por la platea chorreando sangre, me fui a lavar y ahí me increpó una policía: ‘Cómo vas a gritar el gol así, no tenés que relatar los goles, así no te lastiman’, me dijo. Me dio una servilleta de una empanada que estaba comiendo y luego me crucé con dirigentes de Nacional que me contuvieron”, contó.

Luego pasaron varios minutos hasta que un policía se ofreció a llevarlo para que lo asistieran.

“Me dijo: vení que conmigo no te va a pasar nada, y me llevó pasando por toda la platea de Unión, donde me insultaron, me salivaron y me volvieron a golpear. Yo iba sangrando y no podía ver, me pegaron otra trompada en la nariz que me dislocó el tabique nasal, tengo moretones en todo el cuerpo, una señora mayor me cinchaba el pelo; el nivel de violencia fue extremo. Cuando me vieron subir a la ambulancia, la misma gente que me había violentado comenzó a golpear el vehículo”, relató.

Luego de ser asistido en el hospital local donde lo suturaron, viajó a Montevideo y en la mañana de este miércoles fue atendido en su mutualista, donde le hicieron un chequeo general.

“Jamás faltamos el respeto a nadie, de hecho arrancamos la previa haciendo alusión a lo lindo que es Santa Fe, a lo bien que habíamos pasado en la previa con la gente. Sé que fue un momento de furia, pero esas cosas no pueden pasar en el fútbol”, agregó Benavente.

Su compañero de relato también sufrió lesiones, en particular un corte en la cabeza. “El palco de prensa era un pupitre largo con tablones amurados a un muro de bloques, pero no nos quejamos de las instalaciones, hemos relatado en cualquier estadio de América; de lo que nos quejamos es de haber estado tan cerca de los hinchas de Unión”, finalizó.

Violencia imparcial

Eduardo Gutiérrez, del programa radial Fútbol a sol y sombra de Radio Nacional, contó a la diaria que en seis años de trabajo y diversos viajes cubriendo fútbol nunca había vivido una situación similar.

“Cuando gritamos el gol para la transmisión nos empezaron a cinchar los cables, comenzaron a treparse por los pupitres, de los que arrancaron las maderas enteras. No paraba de subir gente, nos empujaron y nos agarraron las consolas, nosotros defendimos nuestros equipos como pudimos hasta que llegó la Policía a calmar. Fue muy complicado porque no había posibilidad de separar la prensa de la gente, algo lamentable”, sostuvo.

Uno de esos pupitres fue el que impactó contra Benavente. Además de los daños a los equipos de trabajo, los hinchas de Unión también les tiraron agua y robaron un celular, según sostuvo Gutiérrez.

Otra perspectiva

Como si hubiese vivido otro partido, el club Unión de Santa Fe emitió un comunicado en el que responsabiliza a los periodistas.

Primero manifiestan “repudio por los hechos ocurridos durante el partido en la Zona de Prensa del Estadio 15 de Abril”, y comunican que investigarán lo sucedido. “Se notificará en los organismos correspondientes a periodistas partidarios que están acreditados e identificados que siguen a Nacional, por las provocaciones hacia la parcialidad de Unión, exhibiendo banderas y arrojando sillas plásticas y botellas de agua desde la zona de prensa hacia las plateas, poniendo en riesgo la integridad física de la familia unionista”. Para finalizar felicitan a la parcialidad tatengue “por el comportamiento que han tenido”.