Luis Alberto Heber, actual ministro del Interior, se olvidó de que es el actual ministro del Interior, más o menos como desde que asumió, y reclamó enérgicamente por un punto final a la escalada de delitos violentos que asola a Uruguay: “Háganse cargo, viejo, por algo son gobierno”, fueron las palabras textuales de Heber en una conferencia de prensa celebrada en la Torre Ejecutiva, convocada por el presidente Luis Lacalle Pou por la gravedad de la situación.

Ante el asombro de los cronistas presentes, quienes le recordaron al simpático Luis Alberto “vos sos el ministro, papá”, el titular de la cartera respondió: “Dale, boludo, ¿qué voy a ser yo? ¿En serio me estás diciendo? Dale, no me jodas, no seas malo, si todos sabemos que es Bonomi, el Bicho, Eduardo Bonomi. No seas malo, no me peleés, no seas agente periodístico del Frente Amplio; al final, ustedes son todos zurdos, ¿eh?”.

Sorprendidísimo, el primer mandatario, que se encontraba a su lado, comenzó a codearlo, buscando que reaccionara, pero el secretario de Estado ni se rescató y siguió dándole a la administración anterior, como quien lava y no tuerce: “¡No estaban preparados! Cuando nosotros seamos gobierno, acordate, esto va a cambiar: se termina la inseguridad, vuelven las puertas abiertas, se van las rejas, todos los hombres y todas las mujeres caminarán juntos y de la mano hacia ese país color de rosas que nunca debimos perder”.

A esta hora, fuentes de Presidencia confían que desde las más altas esferas se barajan dos posibilidades: el pedido de renuncia o la internación compulsiva en el hospital Vilardebó.