Ya son 11 las intendencias departamentales que aprobaron algún tipo de limitación a la utilización de fuegos artificiales en Nochebuena y Fin de Año. Uno de los motivos por los que se busca limitar la pirotecnia es el sufrimiento que causa a los perros, por lo que desde la comunidad canina la noticia fue muy bien recibida. “Si bien aún no existe una prohibición total a nivel nacional, que es lo que buscamos, vemos como un paso muy importante que se empiece a limitar los fuegos artificiales que tanto daño hacen a nuestros oídos y también a nuestra psiquis”, declaró Titán, un labrador que desde hace varios años se dedica a combatir la “violencia sonora” que se produce por estas fechas.

Pero la agenda de los perros para las fiestas tradicionales no gira exclusivamente alrededor de los fuegos artificiales, y por ello muchos activistas aprovecharon la ocasión para lanzar otras reivindicaciones. “Está muy bien eso de las bombas y las cañitas voladoras, pero a mí me gustaría que este año también nos den algún pedazo de cordero que tenga carne, y no los huesos que nos tiran siempre. Y también sería un lindo gesto de parte de los seres humanos que dejen de tirarnos los pedazos de pan que la gente deja en el plato de la picada y guardarse las sobras de salamín. Somos perros, nos gusta la carne. Nos estamos encaminando a unas fiestas tradicionales más amigables con nuestra raza, pero aún queda mucho por avanzar”, declaró Bobby, un fox terrier.