Desde la bancada de diputados del Frente Amplio se venía denunciando desde hace tiempo una situación “grave e insostenible” en el Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa), y por eso se decidió llamar a sala a sus autoridades. El llamado se concretó ayer, pero la sesión debió ser interrumpida debido a un motín con heridos y una fuga. La presidenta del directorio del Inisa, Rosanna de Olivera, manifestó ayer su “total disposición” para regresar al Parlamento y continuar la sesión, aunque advirtió que deberá llevar con ella a todos los menores internados en la institución. “Es muy difícil que puedan pasar tres o cuatro horas sin que haya algún incidente en el Inisa. La única forma segura de que no pase nada es viniendo acá con todos los chicos”, explicó la jerarca.

Varios especialistas en rehabilitación de menores consideraron que la propuesta lanzada por De Olivera es “temeraria y seguramente muy perjudicial para los chicos”. “Estos jóvenes están allí porque cometieron algún delito, o sea, una falta ética, y para colmo tienen problemas de abuso de drogas. Si los llevamos al Parlamento es altamente probable que estos dos aspectos de sus personalidades se refuercen. En todo caso, que la presidenta del Inisa responda las preguntas por videollamada, o que los parlamentarios vayan a sesionar al despacho de ella. Pero exponer a los adolescentes al Poder Legislativo es peligroso”, advirtió un experto de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República.