El decreto del Poder Ejecutivo que establece límites más laxos para que un alimento ultraprocesado sea considerado alto en azúcares, grasas, grasas saturadas y sodio generó una considerable polémica entre el gobierno y los industriales por un lado, y la oposición y varios profesionales de la salud e investigadores por el otro. Ante este panorama, la Cámara Industrial de Alimentos (CIA) propuso al gobierno que se cambie la norma “de modo que todos queden contentos”. Concretamente proponen que los octógonos negros de advertencia no aparezcan en la parte frontal de los envoltorios, sino en la parte de adentro. “Acá lo más importante es respetar la libertad y el criterio de las personas. Si los consumidores no vacían el paquete y revisan si hay algún mensaje en las paredes interiores, es porque no les preocupa el tema, y eso hay que respetarlo. Está bien que el Estado se preocupe por la salud pública, pero tampoco se puede tratar a los ciudadanos como si fueran niños”, opinó un representante de la CIA.

Desde el Ministerio de Salud Pública dijeron que la propuesta es “interesante”, aunque aclararon que no les corresponde pronunciarse sobre el tema. “La decisión final le corresponde al Ministerio de Industria, que en el organigrama del gobierno tiene un rango superior al nuestro y está habilitado para actuar cuando cualquier asunto, sea de la naturaleza que sea, afecte intereses empresariales”.