La semana pasada se divulgó en los medios de comunicación un audio enviado por el empresario citrícola y diputado colorado por Salto Omar Estévez a una empleada, en el que reconocía haber mandado a trabajadores con coronavirus a uno de sus establecimientos rurales. “Fue una burrada de mi parte. Dije positivos pero quise decir hisopados”, dijo el legislador en respuesta a las críticas que recibió. La excusa no resultó convincente para muchos, por lo que Estévez siguió con las explicaciones. “Soy medio malo mandando audios, me confundo a menudo. En ese mismo audio, de hecho, hablé de trabajadores, pero en realidad lo que quería decir era esclavos, que es la manera en que me refiero a las personas que recogen naranjas en mis campos”. El empresario y diputado salteño explicó que tampoco había querido utilizar la palabra “ómnibus” para referirse al medio de transporte en el que se desplazan sus trabajadores. “A lo que me estaba refiriendo es al carromato medieval en donde suelo apilar a mis vasallos cuando van a realizar tareas de recolección a cambio de un techo, unos mendrugos de pan y algo de agua potable”.

Estas palabras resultaron convincentes para el senador Germán Coutinho, líder del sector al que pertenece Estévez, que no aceptó su renuncia a la banca en Diputados. “No podemos condenar a un hombre por haber confundido algunas palabras. Es una persona proba y eso es lo que importa”, declaró el líder colorado.