El multimillonario Jeff Bezos cumplió ayer su sueño de volar al espacio en una aeronave fabricada por Blue Origin, una compañía de su propiedad que se dedica al turismo espacial. Esta excursión batió varios récords, como el del astronauta más joven y la astronauta más veterana en volar al espacio, y también el de la misión espacial que trajo menos información útil a la Tierra. En su primera comparecencia ante la prensa luego de haber aterrizado en el desierto de Texas, Bezos declaró que fue una experiencia “totalmente fantástica, muy entretenida y de la que no se pueden extraer grandes conclusiones, más allá de que el cielo se ve muy lindo desde las ventanitas y realmente no valdría la pena poner cortinitas para que la gente pueda dormir”.

Oliver Daemen, otro de los turistas que formó parte de la excursión espacial, también compartió sus primeras impresiones luego del aterrizaje. “Espero que además de haber sido una experiencia divertida haya servido para generar conocimiento sobre la exploración espacial. O sea, supongo que alguien hizo algún tipo de observación útil en toda esta experiencia. En mi caso, mi principal conclusión es que cuando empezás a ver cómo se redondea la Tierra te ponés un poco nervioso, así que vendría bien una bolsa de maníes. Mucho más no puedo aportar”.

Bezos dijo estar confiado en que el turismo espacial se vuelva una actividad “muy popular entre los millonarios a los que les sobra dinero pero no quieren gastarlo en algo que ayude al mundo”.