La intención del gobierno de firmar un tratado de libre comercio (TLC) con China, que fue anunciada por el presidente Luis Lacalle Pou el martes, se convirtió rápidamente en el tema más importante de la agenda. Pero cuando aún no habían pasado 24 horas del anuncio, las negociaciones por el acuerdo comercial ya enfrentaron su primer obstáculo. El presidente Chino, Xi Jinping, anunció que su país “no firmará nada” si los empresarios uruguayos insisten en sus reclamos al gobierno para que les permita pagar sueldos “indignos”. “El objetivo de un TLC es lograr prosperidad para las dos partes, no sólo para una. No queremos que los productos uruguayos inunden el mercado chino gracias a que el país paga salarios más bajos que los nuestros. Competir de esa forma no es sano, y en esas condiciones no vamos a firmar nada”, advirtió el mandatario chino.
Ante estas declaraciones, desde la Confederación de Cámaras Empresariales consideraron que si bien un TLC con China “es algo atractivo”, también se debe tener en cuenta “la necesidad de las empresas uruguayas de ser competitivas”. “A nosotros nos encantaría pagar los salarios que pagan en China, pero no podemos hacerlo. Los números no nos dan. Si lo hacemos, se van a perder puestos de trabajo. La mejor promoción del empleo es la competitividad. Si los chinos no lo entienden, allá ellos. Pero nosotros somos uruguayos y tenemos que entenderlo”, declararon desde la gremial.