Un informe sobre abusos sexuales en la iglesia católica de Alemania reveló que el papa emérito Benedicto XVI tomó conocimiento de cuatro casos cuando era arzobispo de Múnich, pero no hizo nada al respecto. Varias fuentes del Vaticano indicaron que la divulgación de esta información causó “rabia y estupor” entre las autoridades eclesiásticas. “Es increíble que un arzobispo no haya hecho nada ante cuatro casos de menores de edad que sedujeron a sacerdotes y los llevaron por el camino de la tentación carnal. Y es más increíble que esa persona haya llegado a ser papa. Es cierto que el papa Francisco tiene muchas posiciones con respecto a este tema que a mí no me agradan, pero lo de Benedicto XVI ya roza el libertinaje”, aseguró un cardenal.

Otro cardenal consideró que Joseph Ratzinger “debería ser despojado de su título de papa emérito, porque sus acciones no sólo son condenables, sino que además representan un mal ejemplo para quienes actualmente ocupan cargos de responsabilidad. ¿Cómo vamos a pedirle a un arzobispo que denuncie los casos de niños y niñas que se les insinuaron en forma lasciva y pecaminosa a sacerdotes buenos si el papa emérito no lo hacía? Tenemos que entender que el futuro de la iglesia católica depende de que se persiga y castigue a los verdaderos responsables de los casos de abuso sexual. Es la única forma de que podamos lavar nuestra imagen tan deteriorada”.