La situación de los derechos humanos en Qatar no es el único tema que ha generado polémicas relacionadas con el Mundial en el país árabe. El viernes, apenas dos días antes del partido inaugural, las autoridades qataríes decidieron que no se podría vender cerveza en las afueras de los estadios. Esta medida puso en riesgo un acuerdo comercial de la FIFA con Budweiser, que le reportó al organismo 75 millones de dólares. Ante esta situación, desde la máxima autoridad del fútbol mundial decidieron organizar un boicot al evento. “No a la inseguridad jurídica para los negocios”, es el lema elegido por la FIFA para la campaña contra el Mundial. Según explicó su presidente, Gianni Infantino, “qué es una violación de los derechos humanos y qué no es algo discutible, por eso cuestionamos los boicots relacionados con este tema. Pero los códigos mínimos necesarios para realizar un negocio son universales. Si dejamos que Qatar se salga con la suya, otros países pueden seguir su camino y eso no le conviene a nadie. Esperamos que todos los habitantes del planeta preocupados por las reglas claras en las actividades económicas acompañen nuestro boicot”.

Seguridad: la Policía de Qatar incrementará los controles para evitar que dirigentes de la FIFA ingresen corriendo al campo de juego en medio de los partidos portando letreros de protesta.