Esta semana, los equipos uruguayos comenzaron su participación en las fases de grupos de los torneos continentales de fútbol.

En la Copa Libertadores, la dupla de los grandes (Nacional y Peñarol) se comió goles por errores infantiles y perdió los dos encuentros que disputó.

En la Copa Sudamericana, los elencos del montevideano barrio del Prado (River y Wanderers) también degustaron la amarga hiel de la derrota (qué pedazo de frase que me mandé acá, por favor).

Cuestión que la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), ente rector del balompié en la región, respondió drástica y groseramente al pedido de la Asociación Uruguaya de Fútbol de elevar la cantidad de cupos para representantes celestes en sus dos justas estrella: “¿Pa qué quieren más cupos en las copas si son todos horribles?”. Sí, lo mismo que dice el título. Contundente.

A esta hora, la crisis se habría agudizado y la situación sería ya insalvable.