La expulsión de Darwin Núñez en el primer partido que jugó como titular recibió muchas críticas de parte de jugadores, entrenadores y periodistas. El delantero uruguayo reaccionó con un cabezazo ante la provocación de un rival y vio la tarjeta roja, dejando a su equipo con un hombre menos. De todas maneras, voceros del Liverpool consideraron que este hecho “no empaña la figura de Núñez”, al tiempo que agradecieron a Uruguay “por habernos enviado esta vez uno que no muerde, sino que simplemente pega cabezazos que, seamos honestos, tampoco son tan fuertes”. En Anfield aún está fresco el recuerdo de Luis Suárez y su mordida al defensa del Chelsea Branislav Ivanovic. “Después de que un jugador de tu club muerde a alguien en la cancha, uno ya no vuelve a ser feliz, porque vive con miedo de que lo haga de nuevo. De hecho, Suárez lo hizo de nuevo, solamente que con su selección. Si Núñez hace la mitad de los goles que hizo Suárez pero se limita a pegar un pequeño cabezazo de vez en cuando en lugar de hincarle los dientes a otro ser humano, entonces para nosotros la inversión habrá valido la pena”, aseguró el gerente deportivo del club inglés.

La frase: “Llámenme anticuado, pero prefiero a los uruguayos de antes, que solamente pegaban patadas”. Periodista deportivo británico.