Tanto el diputado colorado Ope Pasquet como el frenteamplista Luis Gallo, autores del proyecto de ley que legaliza la eutanasia, confían en que la norma se apruebe sin dificultades. De todas maneras, y si bien hay algunos legisladores del Partido Nacional que están dispuestos a apoyarlo, en esta colectividad política priman las visiones negativas. De hecho, un grupo de legisladores nacionalistas presentará un proyecto que no sólo mantiene la eutanasia como práctica ilegal, sino que establece una nueva pena para quienes la practiquen, que consiste en diez años en el Infierno. “Creemos que la separación del Estado y la Iglesia no inhabilita la posibilidad de que el legislador disponga penas en los dominios de Satanás”, aseguró uno de los impulsores del proyecto.

El castigo se aplicará tanto a las personas que solicitan la eutanasia como a quienes las asisten en el proceso. “Si se aprueba este proyecto prácticamente nadie va a solicitar el suicidio asistido, porque la gente dejaría de sufrir en la Tierra pero pasaría a sufrir en el Infierno, pero con el agregado de que estarían entregando su alma al Diablo”, conjeturó otro de los impulsores de la norma.

La frase: “Dios ama a todos los legisladores, pero a los blancos un poquito más”. Párroco de la capilla del Palacio Legislativo.