Varias figuras de la coalición gobernante como Pablo Mieres y Beatriz Argimón, entre otros, consideraron que el arresto de Alejandro Astesiano fue un hecho negativo, aunque también opinaron que demostró la fortaleza institucional de Uruguay, ya que la Justicia obró con independencia. De todas maneras, desde el oficialismo también se considera que el país aún tiene mucho terreno por recorrer en esta materia, por lo que se está manejando la idea de colocar al delincuente convicto Alberto Betito Suárez al frente del Ministerio del Interior (MI). “Si el hecho de que se arreste a un tipo que llegó a ser jefe de la custodia presidencial a pesar de tener decenas de anotaciones policiales y dos procesamientos con prisión fortalece la institucionalidad, meter al Betito como ministro y después arrestarlo si se manda alguna cagada nos dejaría peleando con Noruega por el primer lugar de los países con instituciones más sólidas en todo el mundo”, opinó un dirigente de la coalición multicolor.

El dirigente reconoció de todas maneras que darle la titularidad del MI a Suárez no garantiza que vaya a cometer un delito. “El hecho de que una persona haya pasado décadas cometiendo crímenes no quiere decir que los vaya a seguir cometiendo. Habría que ser muy malpensado para creer eso”.

El relevo: Lacalle Pou está analizando el historial de los candidatos a suceder a Astesiano para descartar que hayan cometido asesinatos.