“La Barbie es uno de los regalos más populares todos los años. Este año, en principio, esperamos vender el doble, pero andá a saber, porque está todo muy raro”. Esta frase de la propietaria de una juguetería refleja la incertidumbre que se vive en el sector a medida que se acerca el Día del Niño, pautado para el 13 de agosto. Es que en la mayoría de las jugueterías esperan que se vendan aproximadamente el doble de Barbies que el año anterior, debido al interés de las clases medias intelectuales por el cariz irónico que adquirió el universo de la muñeca con el estreno de la película que lleva su nombre. Pero algunos especialistas advierten que el sector de la deconstrucción irónica es “extremadamente dinámico”. “Así como en pocos meses la Barbie pasó de ser un ícono del patriarcado y sus imposiciones estéticas a una reinterpretación crítica de esas mismas imposiciones, para el 13 de agosto capaz que ya volvió a ser lo mismo que antes. Nuestro consejo para los padres es que no se apuren a comprar la muñeca y en lugar de eso revisen periódicamente la opinión de referentes en estudios culturales”, advirtió un experto en marketing.
La decisión: “Al final, ¿regalar una Barbie está bien o no? No entendí. Yo mejor le compro un balero a la nena y a otra cosa”. Madre que se perdió.