A pesar de que Álvaro Delgado había dicho que la calidad del agua se iba a mantener y que, más adelante, Luis Lacalle Pou afirmó que no se iba a interrumpir el suministro, los niveles de sodio y cloruros finalmente terminaron aumentando y OSE anunció que muy probablemente haya cortes. Ante las críticas por el no cumplimiento de los compromisos, desde la Torre Ejecutiva afirmaron que allí existía “la mejor de las disposiciones para honrar la palabra empeñada”, pero “un problema completamente ajeno a nosotros, que es la falta de lluvias, nos complicó la vida”. En el gobierno explican que, “según todos nuestros informes, de haber llovido en estas últimas semanas la calidad del agua estaría en niveles iguales o mejores a los que registraba cuando Delgado hizo sus declaraciones, y en estos momentos no estaríamos a punto de sufrir los cortes que Lacalle Pou había descartado, por lo que los compromisos del gobierno se habrían cumplido. Desgraciadamente las lluvias no acompañaron. Al final, no tenemos más remedio que reconocer que algo de verdad hay en eso que dijo Lucía Topolansky de que los blancos somos yeta”.
La reflexión: “Algunos me critican por lo que prometí, pero si hubiera llovido, yo quedaba como un crack. El que no arriesga no gana”. Álvaro Delgado, apostador meteorológico.