El presidente Luis Lacalle Pou anunció ayer un “cambio radical” en la estrategia del gobierno para obtener la sede del Mundial de fútbol de 2030. Lo que motiva este cambio es la “exasperante lentitud” de sus socios de candidatura para avanzar en el tema. “Uruguay quiere organizar el Mundial y no puede esperar a que Argentina, Chile y Paraguay se decidan. Por eso vamos a presentar una candidatura conjunta con China, país que ya ha demostrado su interés en organizar el torneo junto con nosotros”. Desde Pekín se confirmó la “buena disposición” para plegarse a la candidatura uruguaya. “China es un país abierto al mundo y estamos dispuestos a organizar un Mundial de fútbol o de cualquier otro deporte con Uruguay o con cualquier otro país, en 2030 o en cualquier otro año de cualquier calendario, lunar, solar o de cualquier otro cuerpo celeste”, reza un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores chino. En la Torre Ejecutiva consideran que el texto divulgado por Pekín “deja establecido claramente que la candidatura de Uruguay y China es prácticamente un hecho, algo que tenemos que celebrar, porque no podemos seguir esperando a que nuestros socios se decidan”.

La fuente: “Esto de no tener una candidatura seria que rivalice con la de España y Portugal es un problema, porque hace bajar nuestro precio”. Dirigente de la FIFA experto en aceitar candidaturas.