Según los expertos, la sociedad uruguaya está atravesada por un creciente nivel de intolerancia entre sus integrantes. “El caso de los indigentes agredidos por las hordas de ciudadanos indignados es un ejemplo clarísimo. Por un lado tenemos a personas que viven en la calle y hacen caca en la vereda. Por el otro, psicópatas que muelen a palos a estas personas y las mandan al hospital. Los dos están equivocados. Si en lugar de mantener estas conductas igualmente reprobables estas personas se sentaran a dialogar, seguramente la sangre no llegaría al río ni la caca a la vereda”, opinó un especialista en convivencia ciudadana.

Pero esta conclusión no es compartida por todos. “No podemos poner en pie de igualdad a los indigentes que hacen sus necesidades en la calle con las personas que los apalean hasta dejarlos al borde de la muerte. Son los indigentes los que empezaron a cagar en la calle. Esas personas que reaccionan, y que algunos llaman agresores, son en realidad ciudadanos que se están defendiendo”, opinó otro especialista en el tema.

La reflexión: “Seguimos muy de cerca estos hechos, porque pueden servirnos de inspiración para privatizar el abuso policial”. Luis Alberto Heber, ministro abusón.