El apoyo al plebiscito para habilitar los allanamientos nocturnos está disminuyendo mes a mes, y si bien se mantiene por encima del 50%, sus impulsores reconocen “preocupación” por este fenómeno. Para colmo de males, en los últimos días se conocieron declaraciones de vendedores de cocaína en las que afirmaban que para ellos “es absolutamente lo mismo si nos allanan de mañana, de tarde, de nochecita o a las cuatro de la madrugada”, ya que “nosotros trabajamos las 24 horas del día”. En declaraciones a un periodístico televisivo, un importante vendedor de cocaína aseguró que “de hecho, nosotros solemos estar más despiertos, y sobre todo, más atentos, en horario nocturno. Si nos allanan a las tres de la tarde, a lo mejor nos encuentran con la guardia baja. Pero en donde nos quieran agarrar con la droga a las tres de la madrugada, damos un par de saltos y salimos corriendo por las azoteas”.
El análisis: “El problema de este plebiscito es que no tiene una cara visible, como si tenía el del Sí a la Baja con Pedro Bordaberry o el de la Policía militarizada con Jorge Larrañaga, así que no vamos a tener a quién echarle la culpa”. Dirigente oficialista que no está dispuesto a dar la cara.