Al igual que había ocurrido con Catar 2022, varias organizaciones de la sociedad civil advirtieron que un eventual Mundial de Fútbol en Arabia Saudita se jugaría entre todo tipo de violaciones a los derechos humanos. Frente a estos cuestionamientos, el gobierno saudí afirmó que pretende evitar caer en “algunos errores” cometidos por los cataríes. “No podemos hacer de cuenta que la homosexualidad no existe o que no habrá homosexuales que quieran venir a ver los partidos del Mundial de 2034. Por eso les advertimos desde ya a estas personas que tienen tiempo de acá hasta esa fecha para convertirse a la heterosexualidad. Creemos que no estamos siendo radicales o intolerantes, porque estamos hablando de casi una década para volver al camino de la decencia y el respeto a las costumbres divinas. Además, nosotros no vamos a pedirles a los visitantes ningún tipo de compromiso hacia el futuro luego de que visiten nuestro país. Si después de ver los partidos quieren volver a vivir en el pecado, lo pueden hacer. Nosotros no somos intolerantes como los cataríes”, declaró un representante del gobierno saudí.
El proyecto: “La diferencia con Catar es que nosotros vamos a hacer un uso mucho más intensivo de la automatización para la construcción de los estadios. La mitad de las muertes previstas en las obras serán de robots”. Constructor saudí.