El tránsito de dirigentes entre partidos casi nunca se da en medio de un clima amigable, sino que más bien suele dar paso a rispideces entre dirigentes. Los partidos chicos no son ajenos a este fenómeno, tal como atestigua el caso de un adolescente virgen y terraplanista que hasta antes de las elecciones militaba en el Partido Ecologista Radical Intransigente, liderado por César Vega, y ahora decidió afiliarse a Identidad Soberana, de Gustavo Salle.
Vega calificó al adolescente de “traidor” y recordó que tiene apenas 14 seguidores en la red social X. “Seguramente se fue con Salle porque le prometieron moderar algún grupo de Facebook de Identidad Soberana. Que se vaya tranquilo. Acá no queremos arrastrados”.
Salle, por su parte, consideró que la actitud de Vega fue “extremadamente intolerante” y que la novel incorporación de su partido “puede aportarnos mucho para la divulgación en redes sociales de aquellas verdades que el sistema no quiere que la gente escuche”.
La renuncia: “Vega me decepcionó. Le propuse la instalación de una baranda en los bordes de la Tierra para que la gente no se caiga y me trató de loco”. Adolescente convencido de que la Tierra es plana y de que las mujeres no le dan pelota porque son todas lesbianas.