Lejos de causar tranquilidad, la asunción de Elita Volpi como intendenta de Artigas tras la inhabilitación para ejercer cargos públicos que pesa sobre Pablo Caram y Valentina dos Santos generó más inquietud en filas nacionalistas. Es que la tercera en la línea de sucesión está indagada por un caso de estafa. Ante la posibilidad de que sea condenada, desde el Partido Nacional (PN) pretenden “dar una imagen más seria del nacionalismo ante los artiguenses y todos los uruguayos”, por lo que buscarán que el exfutbolista, entrenador y diputado suplente Mario Saralegui asuma la jefatura del gobierno comunal. “Quizás no sea el mejor orador del mundo y sea extremadamente tóxico en las redes sociales, pero por lo menos no tiene procesos judiciales en su contra. Yo creo que, en el balance, la imagen del partido sale claramente favorecida. Y si bien Saralegui no ocupa ningún cargo en el gobierno de Artigas, nos tenemos fe para ganarle a la Corte Electoral por cansancio y que acepte su designación”, declaró un integrante del directorio nacionalista.
La advertencia: “Corrupción hay en todos lados, lo que importa es cómo reacciona el partido cuando los corruptos se dejan atrapar”. Luis Alberto Heber, azote de la corrupción nacionalista.