El Parlamento se encamina a aprobar una ley que quitaría el derecho a subsidio a aquellos cargos políticos y de particular confianza que hayan sido condenados por hechos de corrupción. Si bien todos los partidos apoyan la norma, algunos dirigentes la cuestionaron a título personal: “Es una cosa de locos. Cuando a un dirigente corrupto lo atrapan —generalmente— pierde dinero, ya sea porque dejó de ganar coimas o porque tuvo que devolver parte de lo robado. Y justo en ese momento, cuando más necesita el subsidio, se lo quitan. Es el mundo del revés”, afirmó un dirigente político que desde hace años se dedica a recolectar sobornos. Otro dirigente consideró que la ley “viola la Constitución y los acuerdos internacionales suscritos por Uruguay, ya que le quita a los políticos corruptos la posibilidad de una jubilación digna. Es opinable si cometer actos de corrupción está bien o mal; algunos se inclinan por lo segundo, otros por lo primero. Hay dos bibliotecas, como en todo. Pero el derecho a la jubilación no se puede tocar”.

La queja: “Lo único que van a lograr con esta ley es que haya un éxodo de gente turbia desde la política al fútbol”. Dirigente deportivo con miedo a la competencia.