Federico Perazza utilizó recursos de la embajada uruguaya en Estocolmo para costearse gastos personales y no los devolvió, por lo que el presidente Luis Lacalle Pou y el canciller Omar Paganini decidieron suspenderlo por seis años para desarrollar labores diplomáticas en el exterior y le exigieron que retornara al país. Si bien se trata de un funcionario de carrera y no de un cargo de confianza, desde el Frente Amplio se solidarizaron con el ahora exembajador. “Esto no es un hecho aislado. Esto es parte del Plan Atlanta, pergeñado por Washington para evitar el ascenso del progresismo en Latinoamérica. No es casual que todos los medios de comunicación uruguayos se hayan hecho eco de esta noticia al mismo tiempo. Atrás de esto está la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos”, opinó un dirigente frentista.

Sobre el posible desprestigio que las acciones de Perazza podrían traerle a la imagen de Uruguay, el dirigente aseguró que eso “es lo de menos”, ya que “lo importante es plantarse firme ante el imperialismo yanqui y sus secuaces locales”.

El consuelo: “Por lo menos este es licenciado en Relaciones Internacionales”. Observador positivo.