El 17 de agosto se generará un efecto astronómico urbanístico bastante particular en la ciudad de Montevideo, más concretamente en la zona de Tres Cruces. Ese día la salida del sol se alineará con la estatua de Juan Pablo II y varias iglesias montevideanas. Lo llamativo de este fenómeno es que ese mismo día se celebra el Día del Niño. Según explicó un astrónomo, “no sabemos a ciencia cierta si, al momento de definir la ubicación de la estatua, estaban pensando en el Día del Niño, aunque es una coincidencia que llama mucho la atención”. El especialista afirmó que si bien la especial atención a la simbología es una característica que generalmente se asocia a la masonería, también es un tema importante para la iglesia católica. “Si bien debemos tener en cuenta que el Día del Niño no se celebra todos los días en la misma fecha, es probable que los católicos estuvieran pensando en manifestar su gratitud hacia la infancia con un homenaje que se repitiese por lo menos una vez cada seis o siete años”.

La teoría: “Seguramente la iglesia quiso mantener todo esto en secreto, como todo lo que la relaciona con la infancia”. Astrónomo que tiene junados a los curas.