Tres escribanos fueron condenados por la jueza penal de 44º Turno, Diovanet Olivera, luego de alcanzar un acuerdo abreviado en el que los profesionales reconocieron el delito de estafa, según informó el diario El País.
Pablo Casas, abogado de uno de los denunciantes, dijo a la diaria que los hechos comenzaron a principios de 2018 y que su cliente fue estafado con 17 hipotecas “truchas”, por un monto cercano a los 500.000 dólares.
Los escribanos falsificaban planchas de inscripción registral con propiedades que presentaban como garantía para el préstamo, en algunos casos con padrones inexistentes y en otros cambiaban el nombre del titular de la propiedad. Además, una de las escribanas tenía un poder falsificado de uno de los propietarios que utilizaba para acceder a la financiación.
El abogado comentó que la falsificación de los documentos era de una calidad tal que logró engañar a varias personas que estaban acostumbradas a manejar este tipo de registro.
Casas informó que en la causa hay otros siete denunciantes víctimas de estafas similares, y estimó que las maniobras suman un monto total de unos dos millones de dólares, con estafas concretadas entre 2018 y 2019.
El abogado Enrique Moller, que representó a los tres escribanos, acordó una condena de tres años y dos meses para una de las profesionales, que cumplirá con un año de prisión efectiva y el resto de libertad vigilada, por los delitos de estafa, apropiación indebida y cheques sin fondo. Con los otros dos involucrados en las maniobras se acordó una condena de 22 meses de prisión con seis meses de arresto domiciliario, el resto de libertad vigilada, al reconocerse coautores de un delito de estafa.