En diciembre de 2019 cientos de personas celebraban el campeonato uruguayo obtenido por Nacional tras ganar el clásico ante Peñarol. Un hombre que se trasladaba con una mujer disparó seis veces contra la multitud, al parecer al azar, y causó la muerte de Lucas Langhain, un hincha de Nacional de 24 años.

El avance de la investigación judicial develó que el asesinato fue ordenado por Erwin Coco Parentini, un barrabrava de Peñarol que ya estaba preso en el ex Comcar. Parentini confesó que solicitó que una persona disparara contra la multitud para atemorizar a los hinchas de Nacional, sin que el ataque estuviera dirigido específicamente hacia Langhain. Contó que ordenó a través de Whatsapp la entrega de un arma al autor material del hecho, así como drogas y dinero como forma de retribución.

A una semana del asesinato el autor de los disparos, Gaby Costa, fue imputado por homicidio muy especialmente agravado y la mujer que se trasladaba con él como cómplice, ambos con prisión preventiva. Además, Gómez pidió la formalización como coautor de Parentini, quien ya estaba preso por haber ordenado en 2015 la muerte de Renny Auditore, que era uno de los líderes de la barra brava de Peñarol.

Una cuarta persona, que entregó el arma para que se cometiera el asesinato de Langhain, fue condenada en proceso abreviado por el delito de receptación a 15 meses de prisión.

Este miércoles el juez penal de 41° turno, Huberto Álvarez, dispuso una condena de 28 años de cárcel por homicidio especialmente agravado a Parentini.

Costa fue condenado a 23 años de prisión por un delito de homicidio especialmente agravado en calidad de autor. El día del homicidio, Costa llegó con su pareja en un taxi a la zona del Parque Central. Caminaron unas cuadras por 8 de Octubre y al llegar a Presidente Berro doblaron a la derecha. Costa disparó seis veces a la multitud que caminaba por 8 de Octubre. Según dijo Costa, minutos antes del hecho, Parentini lo llamó varias veces y lo amenazó de muerte para que concretara el ataque.

La cómplice, María Álvez, acompañó a Costa y huyó con él luego de que disparara. Ambos corrieron hacia Avenida Italia, se despojaron de algunas prendas para no ser identificados y se alejaron del lugar en un ómnibus que los dejó en el Palacio Legislativo.

El fiscal especializado en Homicidios, Juan Gómez dijo a la diaria que las condenas se lograron en un juicio simplificado, que habilita a la defensa a aceptar las pruebas presentadas por la acusación fiscal.

Gómez destacó el trabajo de la División de Investigaciones e Inteligencia y la Dirección de Policía Científica que junto al equipo de fiscalía logró llegar a esta etapa del proceso con unas 30 declaraciones sobre el caso, además de las pericias de los celulares, los videos y el análisis del arma y su trazabilidad.

Durante la audiencia los tres acusados aceptaron que los hechos se dieron tal como relató el fiscal, lo que permitió el juicio simplificado, tal como prevé el artículo 29 de la Ley de Urgente Consideración. El juicio simplificado no implica, como en el caso del acuerdo abreviado, una negociación sobre la pena pero evita que el proceso se alargue porque las defensas desisten de contraponer las pruebas.

“Las defensas consideraron que era un desgaste inútil de recursos humanos y de tiempo para una cosa que estaba clara”, afirmó Gómez.