La jueza Adriana de los Santos convocó para el viernes a las 21 personas que han sido formalizadas en el marco de la Operación Océano, que investiga la explotación sexual de menores de edad. La audiencia, según informaron desde la Fiscalía, no implica el comienzo del juicio oral y público, sino que está convocada para resolver temáticas formales vinculadas al proceso penal, como la reserva de las actuaciones y la declaración anticipada de las víctimas, entre otros puntos. 

De hecho, De los Santos oficiará en esta instancia como jueza de garantía, pero eso no significa que sea la representante de la Suprema Corte de Justicia en el juicio. Las 15 víctimas identificadas hasta el momento tienen derecho a participar en esta audiencia, pero todo indica que estarán representadas por sus defensas, indicaron fuentes vinculadas a la causa.

Una de las prioridades de la Fiscalía es que durante el proceso judicial no haya margen para la revictimización, y por eso se intentará evitar instancias procesales que involucren de forma simultánea a imputados y víctimas. 

En esa línea, también se tomarán recaudos para evitar la exposición pública de las menores. Mariela Solari, responsable de la Unidad de Víctimas y Testigos de la Fiscalía, dijo a la diaria, en una entrevista publicada el 25 de julio, que si bien el nuevo Código del Proceso Penal prevé la realización de audiencias públicas “por lo general, las audiencias por delitos sexuales son reservadas”. “Y se trata de que la información que surja se maneje buscando siempre proteger a las víctimas”, aclaró Solari en aquella oportunidad.

Las cartas de la defensa

La fiscal Darviña Viera y su equipo vienen sorteando con éxito las instancias de apelaciones. Aunque una jueza en primera instancia había rechazado las medidas cautelares de suspensión de la patria potestad para cinco de los formalizados, a finales de julio el Tribunal de Apelaciones de Primer Turno revisó la decisión y le dio la razón a la fiscal especializada en Delitos Sexuales.

En la misma línea, un Tribunal de Apelaciones rechazó un recurso de apelación a la única prisión preventiva de la Operación Océano; los magistrados ratificaron que la medida cautelar es “adecuada” para proteger a las víctimas y evitar la fuga de la persona formalizada, de nacionalidad paraguaya.

En los recursos de apelación que se han presentado, hasta el momento todos sin éxito, es posible empezar a visualizar cuál será la línea argumental de las defensas en la etapa del juicio. Por ejemplo, en un documento de la causa al que accedió la diaria, la defensa de uno de los empresarios formalizados alega que al imputado lo unía “un vínculo de amistad” con la menor, que excedía “un simple encuentro en una fiesta nocturna o en un evento bailable”.

El hombre, argumenta la defensa, “jamás les dio entradas o facilitó su ingreso a fiestas o eventos sociales a cambio de que ejecutaran actos sexuales o eróticos”. “Si bien mantuvo sexo con ambas (menores) y se remitían fotos íntimas por Whatsapp, la confianza y cariño recíproco excedía del acto sexual ocasional. Nunca dio nada a cambio cuando tuvo sexo con ellas o cuando le enviaron fotos sensuales o eróticas, pues todo ocurrió en base al mutuo consentimiento”, puede leerse en el documento judicial. 

En este caso, que involucra a un empresario de Punta del Este, se afirma que es una “práctica habitual” que los dueños de boliches nocturnos y “personas que se dedican a ese rubro” cuenten con “entradas de obsequio o cortesía”, que se ofrecen “a clientes y amigos”. En otro recurso de apelación, la defensa cuestiona el “relato” de la Fiscalía, porque no describe “acto concreto alguno de promesa de pago” a cambio de un acto sexual o erótico, y tampoco evidencias de que la persona formalizada “estuviera en conocimiento que dialogaba con una menor”.

En otro pasaje del documento, la defensa del imputado agrega: “en las conversaciones por chat que mantuvo con la menor, pocos meses antes de cumplir los 18, surge que se presentaba como estudiante universitaria que efectuaba viajes al extranjero, con un grado de madurez intelectual y emocional acorde a una adulta”.