Dos oficiales de Interpol viajarán a Madrid para traer al coronel retirado Eduardo Ferro, que será entregado por las autoridades españolas en el Aeropuerto de Barajas y llegará al Aeropuerto de Carrasco sobre las 9.00 del sábado 27 de marzo, según informaron a la diaria fuentes judiciales.

Ferro irá directo al juzgado de 27º turno, en la calle Uruguay, y allí declarará ante la jueza Silvia Urioste y el fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, en la causa que investiga la desaparición del militante comunista Oscar Tassino, ocurrida en julio de 1977.

La Justicia tendrá un plazo de 24 horas para interrogarlo y unas 48 horas para definir su procesamiento, en caso de que sea pedido por el fiscal Perciballe.

Tassino fue secuestrado el 19 de julio de 1977 en una casa en Máximo Tajes y Capri, por tres hombres que ingresaron armados, sin uniforme, y se identificaron como integrantes de las fuerzas conjuntas. Tassino fue trasladado en un Peugeot blanco al centro clandestino de detención y tortura La Tablada, donde murió bajo tortura dos días después, a causa de un golpe en la cabeza.

La investigación de la Fiscalía, por la que se pidió el procesamiento con prisión del militar en situación de reforma Jorge Pajarito Silveira, determinó que el operativo de detención fue realizado por integrantes del Órgano Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA).

La causa fue abierta por su cónyuge, Disnara Flores, el 20 de mayo de 1985, y cuenta con el testimonio de Graciela Salomón, también víctima de tortura, que escuchó la voz de Tassino en el primer piso de La Tablada y el momento en que recibió el golpe.

Además de la causa Tassino, Ferro es requerido por la Justicia uruguaya en la causa que investiga el secuestro de Universindo Rodríguez, Lilian Celiberti y sus hijos, ocurrido en Porto Alegre en noviembre de 1978, que lleva adelante la jueza penal de 23º turno, Isaura Tórtora, y por la causa sobre torturas en el Batallón de Ingenieros 4 de Laguna del Sauce, que lleva el juzgado de 10º turno de Maldonado, a cargo del juez Ruben Etcheverry.

Ferro admitió haber participado en el secuestro de los militantes del Partido por la Victoria del Pueblo Universindo Rodríguez, Lilian Celiberti y sus hijos Camilo y Francesca, de siete y tres años, en su apartamento de Porto Alegre, en el operativo “Zapatos rotos”, en el que participaron, además de Ferro, los militares Glauco Yanone, José Bassani, Carlos Rossel, y el jefe del Departamento de Ordem Política e Social, Pedro Seelig.

Los niños fueron entregados a sus abuelos maternos 18 días después del secuestro, mientras que Celiberti y Rodríguez fueron recluidos hasta el fin de la dictadura.

La otra causa en la que se indaga a Ferro fue abierta por Raul Giorgetta en 2018 e investiga torturas en el Batallón 4 de Ingenieros de Laguna del Sauce, entre 1975 y 1978. Ferro fue reconocido por el publicista Claudio Invernizzi como responsable de la tortura en el Batallón. Si bien Ferro no formaba parte de esa unidad militar, se estima que su presencia allí respondía a la búsqueda de conexiones regionales entre los militantes, debido a que Giorgetta había regresado de Buenos Aires días antes de su detención.

Invernizzi fue detenido junto a Giorgetta y Roque González en febrero de 1975, luego de pintar en un muro de Piriápolis “abajo la dictadura”. Estuvo recluido bajo tortura e incomunicado en el Batallón 4, luego fue trasladado a Melo, al 8º de Caballería, al Penal de Libertad, al cuartel de Rocha, y fue regresado al Batallón de Ingenieros 4, hasta su liberación, a fines de 1978.

Al regir el principio de especificidad, Ferro debe ser extraditado por España por la causa por la que se pidió la orden de captura, pero el tratado de extradición entre Uruguay y España permite que se realicen solicitudes de ampliación de la extradición, lo que puede habilitar su juzgamiento en las otras causas.

La Justicia española concedió la extradición a Ferro por el caso Tassino. A partir de su entrega a la Justicia uruguaya, las sedes de las otras dos causas enviaron una solicitud para ampliar la extradición. En el caso que investiga torturas en el Batallón de Ingenieros 4 de Laguna del Sauce, la solicitud llegó a España y fue resuelta por un proceso simplificado, debido a que Ferro aceptó voluntariamente ser extraditado para declarar en la causa, lo que evitó el proceso de juicio de extradición en España.

En tanto, en la causa de Univesindo Rodríguez, la solicitud aún no comenzó a estudiarse en España, por lo que deberá procesarse con Ferro en nuestro país.

Ferro fue detenido el 27 de enero en su apartamento, en el municipio de Peñíscola, a unos 150 kilómetros de Valencia, luego de que el coronel retirado mantuviera un contacto con el subdirector de Interpol Uruguay, Walter Ostochi, a quien le planteó la posibilidad de entregarse a la Justicia uruguaya. La entrega de Ferro se dio luego de que el militar fracasara en el intento de cobrar su jubilación desde España.

El coronel retirado estaba prófugo desde marzo de 2017, cuando debió comparecer ante la jueza penal de 10º turno, Dolores Sánchez, en el marco de la causa Tassino. Sánchez emitió una orden de captura internacional y seis meses después Ferro fue detenido en España. En una decisión excepcional, la Justicia española lo habilitó a esperar el proceso de extradición en libertad, lo que le permitió estar casi tres años prófugo de la Justicia española.