El sábado, tras la confirmación definitiva del Tribunal de Casación de Roma de las sentencias del juicio por el Plan Cóndor, fue detenido en su domicilio el capitán de navío retirado Jorge Tróccoli.

El represor uruguayo, que residía en Battipaglia, provincia de Salerno, fue detenido alrededor de las 11.00 de Italia por los carabineros de la Agrupación Operativa Especial (ROS, por sus siglas en italiano), al mando del general Pasquale Angelosanto, quien ejecutó la orden de prisión dictada por la Fiscalía General del Tribunal de Apelaciones de Roma, que coordina el fiscal Antonio Mura y los fiscales adjuntos Roberto Cavallone y Francesco Mollace, según informó el portal Adnkronos y confirmó la diaria.

Tróccoli se había dirigido en la mañana del sábado al hospital de la localidad donde reside a realizarse unos exámenes médicos, y tras regresar a su domicilio, fue detenido, según informó a la diaria el abogado del militar retirado, Francesco Guzzo.

“La ejecución del encarcelamiento es el epílogo que hace más justicia a las miles de víctimas que dieron su vida por la conquista de la libertad en América del Sur. Los juicios celebrados en Italia son el espejo de una Justicia que no olvida a las víctimas”, dijo Mollace a Adnkronos, después del arresto.

Durante la dictadura cívico-militar, Tróccoli fue un torturador en el entonces cuerpo de Fusileros Navales de Uruguay, y se desempeñó como enlace en el marco del Plan Cóndor en el centro de secuestro, tortura y desaparición clandestino que operó en la Escuela de Mecánica de la Armada, en Argentina. Se fugó de Uruguay en 2007, cuando era investigado por la Justicia por delitos de lesa humanidad, y se radicó en Italia, ya que tiene ciudadanía de ese país.

El encarcelamiento de Tróccoli en Italia sucede pocas horas después de que se pronunciara el Tribunal de Casación de la Suprema Corte italiana sobre el juicio del Plan Cóndor, que dejó firmes las sentencias en segunda instancia que se emitieron el 8 de julio de 2019, contra los imputados. Rechazó los recursos de las defensas de estos y confirmó para 14 de ellos las condenas a cadena perpetua por el asesinato y la desaparición de 38 personas.

Según pudo saber la diaria, tras su traslado a la cárcel de Salerno, Tróccoli presentó el resultado de exámenes médicos que se realizó recientemente y con los que pretende argumentar una solicitud de prisión domiciliaria.

El represor uruguayo fue condenado a cadena perpetua, pero la pena incluye un aislamiento diurno durante dos años, que implica en Italia la prisión individual y la restricción de las visitas. Según pudo saber la diaria, permanecerá en la cárcel de Salerno de manera transitoria. Guzzo dijo a la diaria que este lunes comenzará a estudiar las posibilidades de presentar recursos para conseguir la prisión domiciliaria, debido al estado de salud de su defendido.

Soledad Dossetti, hija de Edmundo Dossetti e Ileana García, dos militantes de los Grupos de Acción Unificadora (GAU) secuestrados en Buenos Aires en 1977, fue una de las querellantes en esta causa llevada a cabo en Roma. En diálogo con la diaria, manifestó que la detención de Tróccoli es significativa debido a que él está “puntualmente” vinculado con la desaparición de sus progenitores. “Tróccoli puntualmente está involucrado en el secuestro de mis padres y de los 22 integrantes de los GAU que desaparecieron el 21 y el 22 de diciembre de 1977 y que estuvieron todos en el mismo centro de reclusión clandestina, que fue el Pozo de Banfield”, explicó, y agregó que para ella este juicio “era algo muy personal”.

“Al fin y al cabo entiendo que se hizo justicia relativa, en el sentido de que siempre pienso que como tardó tanto, fueron tantos años, es una justicia relativa, porque obviamente pasaron toda su vida, los mejores años de su vida en libertad, con todas las comodidades”, dijo, y luego añadió que la justicia, “cuando llega tarde”, es “menos justicia”.

Además, cuestionó que Tróccoli no haya esperado este juicio en prisión preventiva y manifestó “temor” de que la “chicana” que el abogado del represor presentará en la Justicia debido a su presunto malestar físico derive en que continúe la condena en prisión domiciliaria. “Se me mezcla un poco la alegría con el temor, el temor de la burla” a la Justicia, reconoció.

Otra de las querellantes, Aurora Meloni, esposa del militante tupamaro Daniel Banfi, detenido y asesinado en 1974 en Argentina, dijo al sitio Medio Mundo que esta es “una sentencia histórica”, porque “va a crear un precedente jurídico en Italia sobre los delitos de lesa humanidad y es muy importante que Italia haya hecho este paso adelante en su jurisprudencia”. Además, dijo que también es “histórica” para América Latina, porque es la primera vez que “se reúnen en un único proceso todos los países que fueron envueltos en el Plan Cóndor”.

“Después de 47 años [del asesinato de Banfi], tener una sentencia de condena es realmente haber obtenido justicia. Nosotros siempre buscamos la verdad, buscamos la justicia”, dijo, y agregó que este objetivo es de “los demócratas que quieren que todas estas páginas se cierren pero se cierren bien”.

“El ‘nunca más’ que dijimos tantas veces hoy está corriendo el riesgo de que sea una palabra vacía. Hay situaciones muy peligrosas, como la de Colombia y otras en América Latina, que me hacen decir que esta sentencia tiene validez hoy como ayer. [...] Esta vez la verdad y la justicia prevalecieron y sobre todo demostraron que la impunidad no es para siempre, que se cometen los crímenes y que antes o después por esos crímenes de lesa humanidad se paga”, añadió Meloni.