La jueza en lo penal de 26° turno, Ana de Salterain, condenó a cuatro personas en la causa que investiga la muerte de Andrés Pereira, el adolescente de 16 años que murió en febrero de 2014 en un campamento del Nuevo Partido Comunista (NPC) en Punta Espinillo.

Según informaron a la diaria fuentes judiciales, De Salterain dispuso una condena de 24 meses de prisión para uno de los dirigentes del NPC, como responsable de un delito de lesiones graves en calidad de autor. Otro de los participantes del campamento fue condenado por un delito de violencia privada a 22 meses de prisión, mientras que otras dos personas fueron condenadas a la pena de 20 meses de prisión por un delito de falso testimonio.

De Salterain estableció que la víctima participó del campamento organizado por el NPC entre el 14 y el 16 de febrero de 2014. Cuando se disponían a levantar el campamento, el compañero de carpa de la víctima nota la falta del dinero para pagar el camión de regreso. Ante la situación, el organizador reclama revisar las mochilas de los jóvenes, la víctima se enoja y sale corriendo. Al ser alcanzada, le quitan el dinero y luego recibe una golpiza por parte de varios participantes del campamento.

“Cuando llegan otras personas que se meten en el tumulto comienzan a pegarle piñazos y patadas. El chico se cae, o se tiró para que no le pegaran más, y aun en el suelo le siguen pegando y pateando. Yo tuve la sensación de que lo iban a matar y es por eso que llamé al 911”, señaló una de las testigos de la causa, que integraba otro campamento.

Uno de los empleados municipales del camping declaró que vio entre seis y siete personas golpeando al joven y cuando vio que la víctima cayó al piso, decidió llamar a la Policía. Entre los agresores, según declaró, había personas de ambos sexos y algunos parecían tener más de 30 años. Una policía declaró que encontró al adolescente refugiado en uno de los baños y le dijo que lo estaban persiguiendo, le pidió que se quedara para constatar las lesiones pero el muchacho se fue.

Ante la ausencia del joven, los padres avisan a la Policía, pero no concretan la denuncia hasta el 20 de febrero porque les dijeron que debían esperar 48 horas después de la desaparición. La Policía y los padres del joven rastrillaron la zona, mientras que los organizadores del campamento también buscaron al adolescente por el barrio donde vivía.

Uno de los condenados por falso testimonio les dijo a los organizadores que lo había visto y había hablado con él en la zona del Cerro el 26 de febrero. La otra condenada por falso testimonio dijo ante la Policía y el juzgado que lo había visto y hablado con él, en la esquina de su casa. Los dos confesaron haber dado un testimonio falso luego de que aparecieran los restos del joven, que fueron encontrados por un vecino de Punta Espinillo el 13 de junio de 2017.

Los restos aparecieron debajo de la rama de un pino, de donde colgaba su morral con una correa atada en forma de lazo. Los resultados de ADN identificaron los restos de Pereira y la pericia antropológica logró determinar que el cadáver del adolescente estuvo años en el lugar y que la fecha de la muerte es compatible con la de desaparición. La muerte fue calificada como violenta, pero, por el tiempo transcurrido, no se pudo determinar la causa.