Mediante un comunicado, el Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo (Sifpom) planteó que “desde la creación misma” del sistema penitenciario, denunciaron las malas condiciones de las cárceles. “Obviamente, como representantes de los trabajadores de allí, no podemos dejar de advertir que no una sino mil veces hemos puesto el tema en la palestra pública y en todos los ámbitos a nuestro alcance”, agregaron.
Para el sindicato policial, “nadie desconoce esta situación que lamentablemente data de años y años”. “Cada vez que pasa un suceso trascendental se vuelven a oír los gritos en el cielo, pero pasan las semanas y se naturaliza sumergiendo otra vez en este sistema colapsado a internos, policías y operadores”, expresan. Y afirman: “No es una tarea con lo mínimo de dignidad que requiere”.
A su vez, en el texto indican que día a día en las cárceles los funcionarios “sostienen el sistema carcelario con un sacrificio poco visto, con falta de personal evidente, con mínimas condiciones de seguridad e higiene, arrastran hace años un estigma de olvido de un sistema que los enferma”. También afirman que “conviven a diario con situaciones que vulneran todos los límites que alguien puede imaginar”. En este sentido, el sindicato policial cuestiona: “¿Se puede así desarrollar una tarea de rehabilitación?”.
Finalmente, el comunicado plantea que si bien “no suma volcar recursos a cárceles”, “la sociedad en su conjunto debe entender que lo que allí se visualiza es también el reflejo de nuestra sociedad afuera”. Plantean que “si no logramos rehabilitar, los internos saldrán peor y si salen peor, eso incide en más delitos, más violencia y más muerte”. Por eso, entienden que “invertir en cárceles es también invertir en una mejor calidad de vida para los funcionarios que tienen esta difícil tarea y es mejorar nuestra humanidad”.
En diálogo con la diaria, Patricia Rodríguez, presidenta de Sifpom, indicó que para el sindicato policial el rol que han tenido los policías en las cárceles es “el rol más complejo, más olvidado y más vulnerado”. “Por las condiciones de trabajo, la falta de higiene, de seguridad, las amenazas, el estrés físico y psíquico”, entre otras cosas. Rodríguez explicó que “eso hace que muchos policías inclusive se enfermen y se terminen certificando por esa demanda, por la falta de personal histórica, que no es de ahora”. Además, según el Sifpom, los policías penitenciarios “tampoco tienen reconocimiento”.
Rodríguez afirmó que “solo el que trabaja en una cárcel puede hablar con propiedad de lo que es estar allí y lo que se padece, un trabajador en la cárcel termina padeciendo su tarea”. Si bien las condiciones son adversas, desde Sifpom reconocen que “por suerte tenemos funcionarios policiales que a pesar de todo esto hacen que se sostenga el sistema”.