El exjefe de seguridad de Presidencia, Alejandro Astesiano, habló con un empresario argentino y, según los chats publicados por la diaria, aseguró que podía ofrecerle sus servicios de seguridad porque tenía acceso a información que proporciona El Guardián, el sistema de escuchas telefónicas del Ministerio del Interior.

Dígitro Tecnología SA, la empresa fabricante de El Guardián, envió una carta firmada por el director de Relacionamiento con el Mercado, Octávio Carradore, al ministerio e hizo aclaraciones sobre esta posibilidad. Según el documento, al que accedió El Observador, los contenidos y metadatos que utiliza el sistema se nombran mediante códigos, por lo que según la empresa es imposible averiguar a qué operativo policial pertenece cada contenido.

El Guardián tiene “mecanismos robustos” contra los fallos y contra el “acceso indebido”, aseguró la empresa y agregó: “Las bases de datos no son accesibles para los usuarios ni para el personal del área de Tecnología de Información y Comunicaciones (TIC) del Ministerio del Interior. Es como un sistema hermético”.

La empresa subraya que para ingresar al sistema es necesario hacerlo desde una red local o de la intranet del Ministerio del Interior, que son gestionadas por el área de TIC del ministerio. Según la compañía, el sistema no muestra los contenidos ni los usuarios, cuando se cierra un informe se encripta y sólo un juez puede abrirlo, por lo que los contenidos no tendrían forma de salir del sistema. Además, agrega que sólo se puede entrar con autorización y se necesita estar formado en el sistema, y puntualizan que todos los accesos se controlan y registran.

Sobre las copias de los informes, la empresa aclara que también son encriptadas y quedan bajo responsabilidad del área TIC, que utiliza protocolos de seguridad para manejarlos y sólo ese equipo tiene acceso al lugar donde quedan las copias de seguridad.

Además, recuerda que para que el sistema se active debe haber una orden judicial que queda registrada en el ministerio y que lo que analiza son metadatos y contenidos de los proveedores que permanecen cifrados en los motores de bases de datos.