El Ministerio del Interior (MI) informó que el 4 de febrero hubo un llamado por un hurto en una finca en la jurisdicción de la Seccional 4 de Las Piedras, Canelones. Se alertó a las unidades policiales y uno de los equipos del Programa de Alta Dedicación Operativa que patrulla la zona se encontró con “un delincuente conocido”, según definió la cartera, que llevaba puesto unos championes de básquetbol que coincidían con la descripción de uno de los elementos hurtados en la casa.

El hombre fue detenido en una cantera próxima al ex Comargen, un frigorífico que se instaló en los años 60, en las inmediaciones de Elías Regules y la ruta 67. Cuando lo iban a trasladar, al atravesar un zanjón de un metro el detenido le dio un cabezazo a uno de los policías y se dio a la fuga; lo perdieron de vista cuando habría saltado por una banquina. Los policías dieron cuenta a la Fiscalía, que libró una orden de detención contra el hombre.

Su familia lo buscó por la zona, pero no lo encontraron.

Inicialmente el MI informó que este jueves, seis días después, el cuerpo del hombre de 26 años fue hallado flotando por un vecino de la zona en la cantera del lugar de los hechos sucedidos la semana pasada. “Aparentemente, habría corrido para ese lado”, informó el MI. Seguía esposado. Posteriormente la cartera rectificó la información inicial: cuando huyó se tiró por un acantilado que tiene una pendiente y quedó entre la maleza, no apareció flotando. A partir del informe forense, desde la cartera presumen que murió en el lugar producto de los golpes por la caída.

Al menos 20 policías, personal de Bomberos y Policía Científica se presentaron en el lugar.

De lo sucedido fue enterada la Fiscalía Letrada Departamental de Las Piedras de 2º turno, a cargo de la fiscal Silvia Méndez, quien dispuso la autopsia del cuerpo. A cargo del caso, y “para darle transparencia”, según la cartera, se dispuso que se haga cargo de la investigación el Departamento de Homicidios de la Jefatura de Policía de Canelones.

Según informó Subrayado, que llegó antes del levantamiento del cuerpo, la familia, que estaba presente en el lugar, “exigía justicia”.