El hombre de 48 años que el martes mató a sus dos hijos de ocho y nueve años fue imputado este jueves por homicidio especialmente agravado y muy especialmente agravado. Se dispuso su prisión preventiva por 180 días a la espera del juicio, en el que se presume que el hombre recibirá una condena que puede llegar a la máxima: 30 años.

Por recomendación médica, se dispuso la internación del hombre en la sala de seguridad del hospital Vilardebó. Cuando esté de alta, será trasladado a una cárcel para cumplir su prisión preventiva a la espera del juicio.

Adriana Edelman, fiscal a cargo del caso en representación de la Fiscalía de Homicidios, dijo en rueda de prensa que el hombre no declaró y que la pericia psiquiátrica determinó que es imputable. Explicó que “se hace una descripción de ciertas patologías, pero nada que no lo haga comprender el carácter del delito que cometió, lo que determina que es imputable”. Sobre el móvil, señaló que aún no está claro y es parte de lo que se continúa investigando.

“‪Los hechos son claros, lo que se puede discutir acá es la calificación jurídica, qué agravantes se pueden imputar”, explicó la fiscal. ‬Si bien desde el Ministerio del Interior se informó que el hombre no tenía denuncias previas de violencia doméstica ni antecedentes penales, la fiscal fue consultada acerca de una medida de restricción que habría tenido respecto de su hija. Respondió que “eso es parte de lo que se investiga”.

El hombre se había separado de su pareja y ese día estaba a cargo de sus hijos. Luego de matarlos, intentó suicidarse cortándose con un arma blanca. Estuvo hospitalizado hasta este jueves, cuando fue dado de alta y detenido.

En rueda de prensa, el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, calificó el hecho de “espanto” y agregó que “realmente pensábamos que eso no sucedería acá y tiene conmovida no solamente a la Policía sino a todo el país”. Centró su atención en los policías que participaron en el procedimiento, quienes “tuvieron que entrar a ese lugar y ver esa escena”, y sostuvo que “sólo con imaginarnos nos deja mudos”.

En mayo de 2020 hubo un hecho de características similares: una niña de seis años y un niño de diez fueron asesinados por su padre, Shubert Vaz, de 36 años, en Cebollatí, Rocha. El hombre ejercía violencia doméstica y de género contra la madre de los niños y había sido denunciado dos veces. La pareja convivía en Vergara, Treinta y Tres, y a raíz de estas situaciones hacía pocos días que se habían mudado a Rocha, a la casa de los padres de la mujer. El día del cumpleaños de ella, el hombre fue a Rocha de visita y salió con los niños en su auto. Los mató a ambos y antes de suicidarse llamó a la madre de los niños para avisarle lo que había hecho.