La jueza en lo civil de tercer turno, Alejandra Muguiro, llamará a declarar a decenas de testigos argentinos en la causa que investiga una demanda con acusaciones cruzadas entre el Banque Heritage y Diego Lenguas, el hombre que viajaba con depósitos y retiros que ahorristas argentinos del banco entregaban irregularmente en hoteles de Buenos Aires.

Luego de que la Justicia penal archivara una acusación en su contra, Lenguas arremetió contra el banco por vía civil y le reclama dos millones de dólares por el daño moral generado tras la acusación de estafa que le realizó el banco. En tanto, el Heritage demandó a Lenguas por 20 millones de dólares, que es lo que debió devolver el banco a los clientes, luego de que se desbaratara el mecanismo de depósitos y retiros irregulares desde Argentina.

El abogado defensor de Lenguas, Enrique Sayagués, busca probar que el banco estaba detrás de la maniobra realizada entre 2009 y 2017, que tenía como fin captar depósitos en negro de ahorristas argentinos. El Heritage sostiene que fue víctima de la ejecutiva de cuentas, Elena Nazarenko, quien en setiembre de 2018 fue condenada a dos años y medio de penitenciaría por los delitos de estafa y falsificación contra el banco y sus ahorristas.

Tras el fin de la operativa del banco en Argentina, Nazarenko continuó recibiendo el dinero de los ahorristas y se estima que llegó a tener una cartera de 200 clientes, que llevaban su dinero en efectivo a diferentes hoteles de Buenos Aires con el fin de que fueran depositados en sus cuentas en Uruguay. Los demandantes contra el banco estiman que, en los ocho años de maniobra, se generó una evasión fiscal contra la Administración Federal de Ingresos Públicos de Argentina (AFIP) que superó los 900 millones de dólares.

En abril se realizó una audiencia de conciliación, preliminar al juicio, en la que las partes no se pusieron de acuerdo y a partir de allí se activó el mecanismo para la convocatoria a los testigos que serán claves para saber cómo era el vínculo entre Lenguas, Nazarenko, el banco y sus ahorristas.

Sayagués dijo a la diaria que en la audiencia preliminar “el banco, que había propuesto la declaración de los 45 depositantes, anunció que renunciaba a esos testigos”. Para Sayagués el banco retrocede en su intención de convocar a sus depositantes porque “los quemaron en la Fiscalía”, durante el proceso penal contra Lenguas y Nazarenko.

El abogado dijo que la renuncia del banco no tiene el efecto de sacar a los depositantes de la causa, porque también él los pidió como testigos y no los retira. A mediados de abril, la jueza dio 15 días al banco para que aportara los domicilios de sus ahorristas y así poder tomarles declaración en Argentina.

“Pasaron los 15 días y el banco no entregó los domicilios y presentó un escrito diciendo que ellos se hacían responsables de traerlos”, señaló el abogado, quien recordó que en la causa penal “dijeron que traían 45 y solo trajeron 15”. Además, planteó que el banco pidió que se redujeran a cinco la cantidad de testigos, pero advirtió que “la jueza ya resolvió citarlos”. “El banco está haciendo todo lo posible para que no declaren”, expresó el abogado.

Uno de los testigos a ser convocado es el excliente del banco Alejandro Tronconi, quien el 21 de febrero de 2020 declaró ante el fiscal de Delitos Económicos y Complejos de primer turno, Enrique Rodríguez, en la investigación penal.

Tronconi dijo en esas declaraciones que, en agosto de 2012, una persona de su confianza la puso en contacto con Nazarenko, quien le ofreció diferentes posibilidades de inversión. El depositante tenía un capital que generaba unos 120.000 dólares por año. “Cuando llegaba Elena al [hotel] Trianón, llegaba el Heritage”, manifestó el testigo, que calificó a la ejecutiva del banco como una rockstar, que tenía decenas de clientes que esperaban en los espacios comunes del hotel.

“Parte de la característica de esto era que no había ningún vínculo con el banco, uno no podía acceder de ninguna manera, salvo que viniera a Montevideo. El Heritage llegaba a través de la impresora que Elena conectaba y salía toda la contabilidad que al tiempo nos dimos cuenta de que era absolutamente falsa”, declaró el testigo.

Para Tronconi es “imposible” que Nazarenko “tuviera en la memoria toda esa administración”, dado que recibía a decenas de clientes durante varios días. “Pese a que tiene una mente brillante, es imposible que ella pudiera operar todo eso sola, ella se acordaba de cómo teníamos las cosas y cuando vinimos a reconocer me presentaron una documentación oficial del banco que no tenía nada que ver con lo que presentó el Heritage en los apartamentos Trianón”.