Walter Gargano y Lucas Viatri fueron denunciados por acoso y violencia de género contra dos mujeres que trabajaban como mozas en una fiesta privada de la que los futbolistas participaron. A Gargano lo denuncian por un presunto delito de abuso sexual y a Viatri, por el mismo delito y amenazas. Si bien inicialmente se incluyó a Agustín Canobbio en la denuncia, fuentes de la investigación dijeron a la diaria que el jugador no participó de la fiesta porque tenía una fractura en la cara producto de una lesión.

Gargano y Viatri declararon este jueves ante la Justicia de Familia. A ambos jugadores se les impusieron medidas cautelares por seis meses, tal como es de orden en las denuncias de violencia de género, a partir de la Ley 19.580. La jueza Lilián Elhorriburu impuso restricción de comunicación y acercamiento a las denunciantes.

En paralelo, a nivel de la justicia penal, la investigación está a cargo de la Fiscalía de Delitos Sexuales, Violencia Doméstica y Violencia de Género de 8º turno, en cuyo frente está el fiscal Maximiliano Sosa.

Fuentes de la investigación dijeron a la diaria que hubo un incidente en la fiesta, en la que no se permitían celulares, porque una persona que integró el personal intentó filmar una discusión. A partir de un llamado de vecinos por ruidos molestos asociados a una riña en la calle, protagonizada por personas ajenas al festejo, la Policía concurrió al local, sin registrar hechos de apariencia delictiva. El lugar en el que se realizó el evento cuenta con cámaras de videovigilancia que fueron aportadas a la investigación.

En diálogo con la diaria Homero Méndez, abogado defensor de Gargano, explicó: “lo que nos convoca y pone el foco de la tormenta es un presunto delito de abuso sexual”. “Realmente es algo muy delicado desde todo punto de vista. Nuestra sociedad hoy está a flor de piel con la temática, por lo que hay que ser responsable en el manejo del asunto en todo sentido”, señaló.

De momento, Méndez prefiere evitar la mediatización del caso: “Honestamente preferimos que se encargue la Justicia de hacer su trabajo, sin contaminaciones de ningún tipo”. Para el abogado, “es muy importante dejar especial constancia que mi cliente [Gargano] no cometió este delito” y señalar también que estos episodios, además de generar una alta exposición y vulneración a las personas que denuncian, generan un impacto en las personas denunciadas, que “no respeta en ningún caso la presunción de inocencia”. “A partir de la exposición, en los hechos, se genera una inversión en la carga de la prueba, que resulta ilícita y perjudica las garantías, rigiendo ilegítimamente una presunción de culpabilidad”, señaló.

Por su parte, Viatri, que hasta ahora era defendido por Méndez, cambió su defensa y pasó a ser representado por Ignacio Durán.