En la madrugada de este martes, sobre las cuatro de la mañana, un móvil de la Seccional 15 vio que un auto salía de una estación de servicio ubicada en Avenida Italia y Caldas con la rueda izquierda delantera reventada. El vehículo iba en zigzag y a alta velocidad. Los policías se acercaron para identificar al conductor y pedirle que redujera la velocidad.

El auto era conducido por el actor y periodista Humberto de Vargas. Según la novedad policial que registra el evento, a la que accedió la diaria, cuando el patrullero se acercó al vehículo y le hizo cambio de luces, aumentó la velocidad y se dio a la fuga, para posteriormente chocar con otro auto que circulaba por Avenida Italia a la altura de Alejandro Gallinal. Luego de la colisión, en la que rompió el espejo retrovisor izquierdo del auto, siguió la fuga hasta que fue detenido frente a la Seccional 14, ubicada sobre Avenida Italia, en la zona del Parque Rivera.

Cuando lo detuvieron, le pidieron que se bajara del auto para registrarlo y revisar que no tuviera armas, pero De Vargas se negó. Reiteraron la solicitud, y los policías dejaron constancia de que el periodista les respondió que no les iba a “aportar ningún dato” y les indicó que “llamemos al señor ministro del Interior [Luis Alberto] Heber, el cual estuvo hace media hora en una cena en un bar conjuntamente con el secretario del ministro, en la calle Gonzalo Ramírez”. De Vargas amenazó a los policías, según consta, les dijo que “no sabemos en qué problema nos estamos poniendo, esto no va a quedar así y nos va a hacer dar de baja”.

Desde el Ministerio del Interior desmintieron que Heber haya cenado con De Vargas.

Según los funcionarios, el indagado “realizó tráfico de influencia y las amenazas mencionadas contra los policías” y por eso se procedió a su detención. Cuando lo llevaron a constatar lesiones, como es de rigor en las detenciones, manifestó “ser el periodista Humberto de Vargas”, pero no aportó su número de cédula de identidad. Los policías aportaron los datos al Centro de Comando Unificado, que confirmó que el hombre detenido era el periodista de Canal 10, de 59 años. En ese momento, De Vargas empezó a “insultar, amenazar y escupir” a los policías. Y, según manifiestan en la novedad, continuó “el tráfico de influencia con el señor ministro”, que quedó grabado en parte por handy y por teléfono, lo cual fue adjuntado a la denuncia.

En el centro de constatación de lesiones “siguió en desacato”. Se hizo la constatación y se lo trasladó a la Seccional 14. El resultado de espirometría fue positivo: 2,66 gramos de alcohol en sangre. Según establece la ley de faltas, conducir con más de 1,2 gramos de alcohol en sangre significa un “grave estado de embriaguez”, por lo que el auto puede ser incautado y debe someterse a un proceso judicial en el Juzgado de Faltas.

En la ampliación del informe de actuación policial se informa que fueron filmados con una cámara GoPro “todos los dichos del indagado y el destrato hacia los funcionarios policiales, tales como palabras obscenas e incitaciones a pelear o agredir a los policías allí presentes, además de demostrar estar en estado de ebriedad afirmando los dichos mediante sus propias palabras”. El registro fílmico forma parte de la evidencia: “Se posee filmaciones de los funcionarios policiales que realizan el traslado del indagado al Centro de Constatación de Lesiones, quien en todo momento tendría una postura agresiva no queriendo colaborar con los mismos, no dejando así ser asistido”.

Se agrega que una vez en el carcelaje de la comisaría, cuando se le informó que se le abriría un proceso judicial, comenzó a “patear la puerta del mismo no queriendo escuchar a los funcionarios”. Los policías le ofrecieron en varias oportunidades si quería comunicarse con algún familiar o un abogado, pero De Vargas se negó.

En el Juzgado de Faltas se dispuso su libertad sobre las 11.00 y la entrega del vehículo. El 21 de julio a las 14.00 será la audiencia que determine si se le aplicará alguna pena de trabajo comunitario.

Desde Fiscalía informaron que fue enterada la Fiscalía de Flagrancia de 16º turno, a cargo de la fiscal Angelita Romano, quien derivó el caso al Juzgado de Faltas ya que “se trataba de un hecho por manejar alcoholizado”. Consultados sobre si no se encontraron hechos de apariencia delictiva, como desacato, agravio a la autoridad policial, resistencia al arresto o amenazas, respondieron que “en principio, no”.