Tras la interpelación del lunes 22 a los ministros Luis Alberto Heber (Interior) y Francisco Bustillo (Relaciones Exteriores) por la entrega del pasaporte al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, las miradas ahora apuntan a los movimientos que pueda hacer la Fiscalía General de la Nación.

El fiscal de Corte, Juan Gómez, todavía no decidió iniciar una investigación penal por el caso Marset y sus declaraciones sobre el tema siguen siendo cautelosas. Ayer volvió a ser consultado por el tema y ratificó que estudiará la versión taquigráfica de la interpelación, que todavía no le ha llegado, “con mucho detenimiento” antes de tomar la decisión de iniciar una investigación penal.

La decisión que debe tomar Gómez está relacionada con las presuntas irregularidades que se podrían haber cometido durante el trámite del pasaporte. Al respecto, reconoció que los hechos relatados hasta el momento vinculados con la expedición del pasaporte “no son habituales”.

Gómez aclaró que no cuenta con plazos para tomar una definición y puntualizó que los posibles indagados “no son personas que se vayan a evadir eventualmente de una investigación”. “Son personas notorias o públicas, y si eventualmente hay una investigación van a comparecer”, añadió Gómez, que está en ese cargo en calidad de fiscal subrogante tras la salida de Jorge Díaz en octubre de 2021.

El magistrado dijo que no quiere ser parte de “un circo” por el simple hecho de “decir que estamos investigando”, aunque aseguró que, si aparecen “elementos serios y razonables”, se dará lugar a la investigación penal.

Fuentes judiciales consultadas por la diaria evaluaron cuáles podrían ser los elementos del “caso Marset” que el fiscal de Corte tendrá en cuenta para resolver si avanza con una investigación.

Los contactos de Balbi en la DNIC

El ministro Heber informó en la interpelación que dos días antes, el sábado 20, tomaron conocimiento de que existió una comunicación vía correo electrónico entre la Dirección Nacional de Identificación Civil (DNIC) y la Policía Científica para “apurar” el trámite de tres pasaportes, entre ellos el de Marset.

A raíz de estos hechos, explicó Heber, el Ministerio del Interior (MI) dispuso una investigación administrativa urgente y destituyó del cargo al subdirector de la DNIC, Alberto Lacoste. En una reunión anterior para preparar la interpelación, informaron desde el MI a la diaria, Lacoste había reconocido que mantuvo conversaciones con el abogado de Marset, Alejandro Balbi, pero no informó sobre la existencia de estos correos enviados a Científica.

El martes, consultado por Montevideo Portal, Lacoste dijo que su acercamiento con Balbi fue “normal, como alguien que está buscando que un cliente logre un pasaporte”. Heber ya había planteado en el Parlamento que este argumento de los funcionarios de la DNIC no le convencía y por esa razón ordenó una investigación apenas unas horas antes de la interpelación.

El secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, dijo el jueves que “quizás” habría “más novedades” cuando terminara el sumario, algo que sucedería “en las próximas horas”. Fuentes del gobierno informaron que Delgado se refería específicamente a la investigación del MI y no a la que dispuso Bustillo en la cancillería.

En este capítulo también quedan preguntas sin responder; por ejemplo, qué decía el correo electrónico que salió de la casilla institucional de la DNIC y qué respondieron desde Científica ante ese pedido.

Las conversaciones entre Maciel y Ache

En la interpelación también se informó que el subsecretario del Interior, Guillermo Maciel, y su par en la cancillería, Carolina Ache, estuvieron en comunicación durante el trámite del pasaporte. Según relató la delegación del gobierno, Maciel le escribió un correo electrónico a Ache el 21 de setiembre de 2021 a pedido de la Brigada Antidrogas, que quería saber si Marset estaba detenido.

Luego se registró un segundo contacto entre ambos jerarcas, el 3 de noviembre, en el que Ache confirmó que Marset seguía detenido pero no informó que el trámite del pasaporte se había iniciado unos días antes, el 28 de octubre.

Fuentes judiciales y políticas señalan que estas comunicaciones al más alto nivel ministerial –con un pedido de la Brigada Antidrogas de por medio– contrastan con la noción que defendió el oficialismo de que se trató de un trámite normal o de rutina.

El episodio también deja abiertas interrogantes que podrán despejarse recién cuando terminen las investigaciones administrativas. Además de que no se conoce el contenido de los correos que intercambiaron Maciel y Ache, tampoco está claro con qué oficinas de la cancillería se comunicó la subsecretaria para evacuar las dudas que le planteó su colega del MI. Esta pregunta tampoco fue planteada por la oposición en la interpelación.

La reunión Balbi-Ache

En la interpelación, Ache relató que el 17 de noviembre recibió un Whatsapp del abogado Balbi en el que este le pedía una audiencia. De acuerdo a su relato, el representante legal de Marset no le explicó el motivo de la reunión y se limitó a decirle que era un tema de la cancillería.

“Lo conozco desde hace bastante tiempo, no tengo una relación, pero sí lo conozco por el vínculo con el Club Nacional de Football de mi familia”, aclaró al comienzo de su intervención la jerarca de Ciudadanos, sobrina del dirigente colorado y expresidente de Nacional Eduardo Ache.

La reunión se concretó el 24 de noviembre. “Lo recibo en mi despacho, me hace la consulta sobre cuándo sale la valija diplomática para Emiratos, le digo que ya salió y que sale una vez al mes. No hay más que eso, esta es la verdad. Balbi nunca me solicitó ningún trámite y no hubiese accedido tampoco”, aseguró Ache.

En otro pasaje de la interpelación, Ache dijo que el abogado en ningún momento le habló de un cliente en particular. Al momento de la audiencia con Balbi, la subsecretaria ya había tenido los dos contactos mencionados con Maciel y se estima que otras comunicaciones a nivel de la cancillería para saber cuál era la situación de Marset en Dubái.

El pasaporte de Marset quedó listo un día después, el 25 de noviembre, pero no se envió en valija diplomática, sino que se utilizó otro procedimiento: Marset firmó un poder, la sección consular remitió una carta de autorización, un empleado del estudio de Balbi levantó el pasaporte y se lo entregó a un familiar que había viajado a Uruguay para luego llevarlo a Dubái.

Según El Observador, que informó sobre esta parte del trámite, Balbi hizo una consulta por este tema ante la cancillería el 29 de noviembre y un día después el familiar de Marset ya tenía el pasaporte consigo. Este capítulo de la etapa final de la entrega del pasaporte, cuyo corolario es la salida de Marset de Emiratos Árabes Unidos en enero, también deja preguntas que no han sido respondidas, entre ellas ante quién hizo la consulta Balbi y quién es el familiar de Marset que viajó luego a Dubái con el documento.

Las advertencias de los diplomáticos y las huellas dactilares

Otro elemento que podría tener en cuenta el fiscal de Corte son las advertencias que hicieron los funcionarios diplomáticos uruguayos en Emiratos cuando tomaron contacto con la situación.

Según una crónica de El Observador publicada el 16 de agosto, la entonces cónsul en Emiratos, Fiorella Prado, solicitó al menos dos veces instrucciones a la cancillería sobre cómo proceder en este caso. La misma actitud cautelosa tuvo el embajador uruguayo ante Emiratos, Álvaro Ceriani, quien se enteró la situación de Marset por el embajador uruguayo en Catar, Jorge Seré, que había sido contactado por su colega paraguayo en Doha, Ángel Barchini (Paraguay no tenía en ese momento embajada en Emiratos). En estos últimos días, Barchini, hoy candidato al Senado paraguayo, ha ratificado en sucesivas entrevistas que los primeros contactos entre diplomáticos tras la detención de Marset con un pasaporte falso se dieron de esa manera.

De acuerdo a la versión de El Observador, a pesar de estas advertencias, la Dirección General para Asuntos Consulares y Vinculación del Ministerio de Relaciones Exteriores, en aquel momento a cargo de Pauline Davies, respondió que siguieran adelante con el trámite, al punto de que la propia excónsul concurrió el 28 de octubre a la cárcel en la que estaba Marset para confirmar su identidad y tomarle las huellas dactilares.

En este punto falta todavía esclarecer cómo fueron las comunicaciones entre los funcionarios de la embajada en Emiratos y la cancillería, por qué vías se plantearon las advertencias, y si la dirección de Asuntos Consulares actuó sola o consultó a alguna autoridad política del ministerio para avanzar con el trámite. En el organigrama de la cancillería sólo hay tres personas por encima de las direcciones generales: Bustillo, Ache y el director general de secretaría, Diego Escuder.

El triunvirato en Fiscalía

En paralelo a la eventual decisión de iniciar una investigación penal focalizada en el trámite que permitió la salida de Marset de Dubái, la Torre Ejecutiva intenta reflotar la discusión política sobre un posible recambio en la conducción de la Fiscalía, con la instalación de un triunvirato.

La propuesta del diputado colorado Gustavo Zubía, a la que adhirieron la senadora nacionalista Graciela Bianchi, el secretario general del Partido Colorado, Julio María Sanguinetti, y el senador cabildante Guillermo Domenech, contaría ahora con el aval del presidente Luis Lacalle Pou, según informó este viernes El Observador.

El fiscal Gómez dijo a Telemundo que no está de acuerdo con la idea que empujan los referentes del oficialismo. “Pero es un tema del sistema político; si consideran que esa –que definitivamente no es la mejor solución– es la solución, estoy encantado. Respeto al sistema político y al otro día estaría gozando del régimen jubilatorio”, declaró.

De todas formas, Gómez sostuvo que no se “animaba” a decir “que el señor presidente dio el visto bueno”, sino que se trata de “una información de prensa”. Asimismo, aclaró que no pretende “eternizarse en el cargo”.

“Estoy cumpliendo un rol legal, como fiscal adscripto de Corte. Lo haré hasta que el sistema político esté de acuerdo o que mi salud lo permita”, sentenció Gómez. El fiscal de Corte sostuvo que “desearía a veces” que los dirigentes políticos “se enfocaran en dar más recursos a una institución absolutamente técnica que no se guía por partidismo, que respeta a los partidos, pero que no se puede guiar por una versión partidaria de los temas”.