El jueves hubo un allanamiento en una whiskería en Peñarol donde se presumía que operaba una red de trata y explotación sexual. Cuatro varones y dos mujeres fueron detenidos en el operativo. La Unidad de Víctimas de Fiscalía asistió a las tres mujeres uruguayas que estaban en el lugar: una es una adolescente, la otra cumplió 18 años recientemente y la tercera tiene más de 18 años. La investigación es liderada por la Fiscalía de Delitos Sexuales, Violencia Doméstica y Violencia de Género de primer turno, con la fiscal Alicia Ghione a cargo. Según la fiscal, aunque había tres mujeres en el momento del allanamiento, hay más víctimas.

Según informó Fiscalía, los cuatro varones detenidos y una de las mujeres fueron imputados por varios delitos: trata de personas en la modalidad de transporte, acogida y traslado para explotación sexual, proxenitismo agravado por ser con adolecentes y negociación de estupefacientes. Se dispuso la prisión preventiva de todos por 120 días, mientras continúa la investigación de cara al juicio.

La investigación, que llevó unos tres años, incluyó escuchas telefónicas, filmaciones y seguimiento de páginas de internet. Según explicó la fiscal Ghione a la prensa, la modalidad delictiva era a través de internet: el dueño de la whiskería “tenía páginas web donde ofrecía el trabajo sexual de mujeres adultas y también de algunas que eran adolescentes, que aparecían en las fotos” aunque no aclaraba que las mujeres tenían menos de 18 años. El hombre publicaba su teléfono para ser contactado por mujeres que “lo contactaban para ir a trabajar”.

La fiscal adjunta María José Brisco indicó que “él las pasaba a buscar en el auto, las traía al lugar y se quedaba con el dinero”. Según las fiscales, el hombre se quedaba con “un alto porcentaje del producido”. Otro de los hombres imputados era un chofer que contactaba a las mujeres y las llevaba a la whiskería para ser explotadas.

La mujer imputada es la pareja del dueño de la whiskería, quien, según Brisco, “llevaba la contabilidad”. Ghione también señaló que la mujer tenía vinculaciones con la negociación de estupefacientes. Si bien en la whiskería no se encontraron drogas, se hallaron elementos para su producción y distribución, como sustancias químicas, envoltorios y una balanza de precisión. Las fiscales tienen “bien clara la participación” de la mujer a partir de las pruebas que surgen de las escuchas telefónicas.

En lo que respecta a las víctimas, Ghione afirmó que “tenemos a bastantes víctimas identificadas en las escuchas telefónicas”. Señaló que suele haber “de siete a ocho mujeres por noche” en una whiskería que abre de martes a domingo. Se presume que algunas de las adolescentes vivían en la whiskería.

La defensa del dueño de la whiskería está a cargo de Pablo Casas, panelista del programa Esta boca es mía que también defiende a uno de los imputados de la Operación Océano. Según dijo a Subrayado, “por parte de la Fiscalía hay abundante prueba que ahora vamos a tener que analizar”. La fiscal pidió 180 días de prisión preventiva y Casas pidió bajarla a 120 días, lo que fue aceptado por el juez. “Habrá que ver, con el correr de la investigación, si se pueden probar o no esos delitos. Entiendo que la prueba diligenciada hasta el momento no acredita esta tipificación. Pero bueno, el proceso es de esta forma y ahora hay que empezar a trabajar”, indicó el abogado defensor.

Sobre la prueba, Casas dijo que “la Fiscalía cuenta con muchas escuchas, algunas declaraciones que tiene, diferente tipos de actas y demás, que en el tiempo que tiene para imputar [48 horas] no se puede analizar”. Por eso, dijo que apeló la resolución.