A poco más de tres años del homicidio de Fernando Báez Sosa en Argentina, el juicio a los ocho jóvenes acusados, integrantes de un equipo de rugby, que lo golpearon hasta matarlo, va llegando a su fin.

Máximo Thomsen, Luciano Pertossi, Ciro Pertossi, Lucas Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz podrían enfrentar la prisión perpetua, que en Argentina implica un mínimo de 50 años de reclusión.

Los alegatos finales de la Fiscalía y la defensa de la familia de la víctima, a cargo de Fernando Burlando, fueron presentados este jueves. Ambos coincidieron en pedir la prisión perpetua. La defensa de los acusados, Hugo Tomei, hizo su alegato final también este jueves y pidió la absolución de los presuntos homicidas.

María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lazzari, miembros del Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Dolores, son los responsables del veredicto, que se dará a conocer el 6 de febrero.

Fiscalía pidió la prisión perpetua

Representada por los fiscales Gustavo García y Juan Manuel Dávila, la ​Fi​scalía ​expuso ​los ​argumentos ​para fundamentar la condena solicitada. Pidieron prisión perpetua por homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas.

Además, acusaron a dos testigos por falso testimonio: Tomás Colazo y Juan Pedro Guarino, quien fue detenido y absuelto meses después. Colazo, en tanto, fue el único del grupo que nunca estuvo detenido, aunque hay pruebas que lo sitúan en el lugar.

​García explicó específicamente las razones del pedido de perpetua, repasó las pruebas y colocó a cada uno en la escena del crimen. Dávila señaló que todos los imputados le pegaron a Fernando. Los nombró uno por uno y detalló las pruebas que hay en contra de cada uno.

Para García, el crimen se “encuadra en la figura de homicidio doblemente agravado, por haber sido cometido con alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas, en concurso ideal con lesiones leves reiteradas”.

La Fiscalía mostró el video grabado por uno de los acusados que surgió de la pericia de su celular, no como prueba sino como apoyo para el alegato, y señaló que “a Fernando lo atacaron por sorpresa y a traición”. Afirmó que minutos antes se ve a los acusados cerca de la víctima, pero que esperaron “el momento adecuado para matarlo”.

Para fundamentar la premeditación, García indicó que “no hubo un solo golpe mortal”, por lo que se puede inferir que “a Fernando lo mataron entre todos”. “Que hayan decidido filmar el inicio del ataque es como la frutilla del postre y muestra que se pusieron de acuerdo para atacar”, sostuvo.

El fiscal señaló a Máximo Thomsen como el “líder” del hecho. Indicó que al comienzo del ataque estaban Enzo Comelli, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi. Afirmó que Luciano Pertossi fue el encargado de liberar el área para atacar a Fernando, Enzo Comelli fue el responsable de dar el primer golpe y Viollaz también fue uno de los primeros en golpearlo. Matías Benicelli le pegó a Fernando mientras estaba caído. Además, le pegaron a todas las personas que intentaron frenar el ataque. Enzo Comelli le pegó a uno de los amigos de Fernando, tirándolo contra un auto. Viollaz se encargó de detener a toda persona que intentó ayudar. El objetivo era liberar el área. Mientras, tanto Thomsen como Ciro Pertossi permanecieron en la zona donde era atacado Fernando.

En este sentido, cuestionó: “¿A quién había que liberarle la zona? ¿Quién era el ofendido? ¿Quién recibió un golpe en el estómago?”. Y respondió su planteo: Thomsen. “Se lo ve cuando empieza el ataque; cuando Lucas Pertossi viene filmando, Thomsen está atrás esperando que sus compañeros le liberen la zona, que dejen a Fernando en el estado en que estaba, noqueado, arrodillado, quizá inconsciente”.

“No hablo de que Máximo Thomsen es el líder del grupo, pero ese día sí. Ese día el que se sintió ofendido fue él, por la forma en la que le pegaron”, aclaró. Para describir la brutalidad del ataque se refirió a la marca que dejó el calzado de Thomsen en la cara de la víctima: “Nunca en mi vida vi que quedara una marca así de una zapatilla. Es el sello que dejó Máximo Thomsen en el rostro de Fernando Báez Sosa”.

“Acá hubo un concurso de dos o más personas que se pusieron de acuerdo para matar a Fernando”, indicó García, a la vez que destacó que “todos le pegaron a la víctima” y que cinco de ellos terminaron junto a Fernando: Lucas y Ciro Pertossi, Comelli, Viollaz y Benicelli. “Fueron todos, lo golpearon brutalmente”, enfatizó.

La responsabilidad de cada uno

​El fiscal Dávila planteó la responsabilidad que tuvo cada uno en el momento del ataque y detalló qué fue lo que hicieron.

Máximo Thomsen volvió a ser presentado como “el líder del grupo” en función de quien la situación “se organiza para darle muerte a Fernando”. Lo describió como “el que más le pegó en el piso”. “Thomsen pegaba con bronca” y “se aseguraba con cada patada de que Fernando no se levantase”. “Pegaba con la intención de matarlo”, aseguró. Recordó, además, que su calzado tenía la sangre de la víctima.

A Ayrton Viollaz lo cataloga como “coautor del crimen”. “Se turnaban para golpear a Fernando e impedían que lo ayudaran”, indicó el fiscal. “Actuaba como un bloque entre Fernando y los amigos de Fernando” y fue el responsable de dar inicio al ataque tras gritar “ahora”. Fue enfático en determinar que “no hay dudas” de que fue uno de los que le pegaron a la víctima y que los amigos de Fernando sólo pudieron acercarse cuando los acusados lo permitieron.

Luciano Pertossi también fue catalogado como “coautor” y “codominio del hecho”. Fue otro de los que les pegaron a los amigos de la víctima con el objetivo de “liberar la zona”. La sangre de Fernando también se encontró en su pantalón.

Otro de los coautores es Matías Benicelli: “Estando arrodillado Fernando, Benicelli le pega una patada y no se levantó más”. Fue “uno de los que le pegaban en el piso”, a la vez que “arengaba para que le sigan pegando a Fernando diciendo ‘a ver si siguen pegando negros de mierda’”. Su ropa también tenía la sangre de la víctima.

Según el fiscal, Ciro Pertossi también “le pegó a Fernando y no se levantó más”. “Lo pateó en el piso”, agregó. Después “emprendió su fuga” y “luego se ve en los videos cómo se limpia los nudillos de su mano izquierda con su otra mano y con su boca”. Dávila señaló que esto “coincide con las lesiones en las manos de Ciro Pertossi que constan en la causa”. En su pantalón se encontró sangre de la víctima.

Blas Cinalli también fue catalogado como “coautor” del homicidio. En su dedo meñique se encontró ADN de Fernando. Se descartaron los argumentos de su defensa que alegaban que estaba alcoholizado: “Está totalmente desacreditado que Cinalli esté borracho como declaró. Incluso el contenido de los chats los escribe de manera correcta”.

Enzo Comelli, otro de los “coautores”, “le pegó a Fernando y por eso cayó al piso y quedó inconsciente”. “Fernando fue golpeado por Comelli y por Ciro Pertossi, que venía de espaldas, de manera totalmente simultánea”, indicó el fiscal.

Finalmente, Lucas Pertossi fue señalado como “la persona filmando dentro de Le Brique y que filma el inicio del ataque de Fernando”. “Hubo entre ocho y diez segundos que estuvo al lado de Fernando. En los dos primeros segundos se lo ve a Lucas Pertossi en el lugar donde le están pegando a Fernando. Lucas lo tiene entre ocho y diez segundos de frente. Es imposible que no le haya pegado”, dijo Dávila, que resaltó que “además de pegarle a Fernando, libera la zona a los efectos de que el ataque se pueda realizar”.

Para la defensa de la familia, “todos mataron a Fernando”

La defensa de la familia, encabezada por Fernando Burlando, coincidió con todos los alegatos de la Fiscalía. “Todos participaron, todos asesinaron a Fernando Báez Sosa”.

El abogado señaló que “aplicaron el manual de los demoledores, como se hacían llamar”: “Se turnaban para pegarle sin importar cómo estaba”. Sobre Máximo Thomsen dijo que era “el líder de la manada” que “dio la señal equivocada”. Al resto lo catalogó como “los obsecuentes”.

Para Burlando, “la imagen de Fernando Báez Sosa en el suelo pidiendo clemencia es la imagen que justifica el pedido de prisión perpetua para los acusados. Esa imagen resume los motivos y los porqué”​.​

Para reafirmar la premeditación indicó que esperaron que los policías que estaban en la zona se fueran y que Ayrton Viollaz dio una señal: “Es ahora”. Enzo Comelli y Ciro Pertossi se aproximaron a Fernando por la espalda, tomándolo desprevenido. También resaltó una seña previa realizada por Thomsen, que simula un degollamiento, cómo bordearon a Fernando y el cerco que montaron para que los amigos no pudieran ayudarlo.

Las últimas palabras de los padres de Fernando

Antes de dar lugar al alegato final de la defensa de los acusados, el tribunal les dio la palabra a los padres de Fernando. Graciela Sosa, madre de la víctima, tomó la palabra: “Siempre pensé en estar en un lugar así, pero con mi hijo recibido y defendiendo a la gente”. “Me costó mucho estar en este lugar”, enfatizó.

Dijo que nunca había visto los videos del ataque y “acá los vi reiteradas veces”. “Me costó horrores ver la manera como asesinaron a mi hijo”, lamentó. “Mi hijo imploraba piedad y le seguían dando patadas y patadas, y quería que esas patadas fueran para mí”.

La defensa de los acusados pidió la absolución

La defensa de los acusados habló luego de la madre de Fernando, lo que fue considerado por el abogado Hugo Tomei como “una situación de desigualdad”. “En estos tres años fuimos víctimas de violencia”, dijo el defensor de los acusados, que señaló que “es un proceso judicial mediatizado” por un caso de “diez chicos que se fueron de vacaciones, fueron a una previa, fueron a un boliche y terminaron envueltos en un homicidio”.

Tomei criticó que Alberto Fernández, el presidente argentino, se sumara al masivo pedido de prisión perpetua que hubo a nivel de la opinión pública: “Si justicia es perpetua, como nos sorprendió el presidente de la Nación -nos sorprendió con un cartelito-, aunque sé que el tribunal no se va a dejar amedrentar por nada”.

El abogado pidió la absolución de los acusados porque “el hecho no está probado” y los “acusadores probaron otro hecho”.

Se dirigió a uno de los acusados, Luciano Pertossi, al que le pidió que se pusiera de pie para preguntarle a quién le pegó. “A vos te acusaron de pegarles a cinco chicos, elijamos a cuál”, le dijo, y acotó que “cuando uno tiene que postular una mentira, insiste, insiste, insiste. Por eso hubo que alegar 11 horas”.

“Ocho sujetos del sexo masculino acordaron darle muerte a Báez Sosa, distribuyeron sus roles. La primera razón de esto es que no señala a Thomsen como la persona que tuvo el conflicto, lo están diciendo en el alegato, están intentando cambiar la plataforma fáctica porque Thomsen no se defendió de eso, no estaba previsto en la requisitoria”, afirmó Tomei. Por otra parte, criticó que no le hayan permitido posponer el juicio para “reordenar la defensa”.

Para fundamentar su pedido de absolución, el abogado recurrió a la mediatización del caso: “La prueba está contaminada por los medios”. Manifestó que los testigos “comunicaban sus declaraciones”, lo que “contaminaba a futuros testigos”.

Tomei cuestionó que no se haya podido determinar cuál fue la agresión que provocó la muerte: “Es un patada en la cabeza en donde el perito no pudo identificar cuál causó la muerte”. “La zapatilla no había lastimado la boca, la encía. ¿Cuál es la entidad para esa zapatilla si no hay dolo?”, enfatizó. Según Tomei, la autopsia determinó que el cuerpo de Fernando tenía “seis o siete golpes” y que “no hay golpes en el cráneo”.

Por otra parte, el abogado criticó a los amigos de la víctima por “no animarse a ayudarlo” y así dejar de lado el cerco que se afirma que se armó para matarlo. “Ellos decidieron correrse, no hubo una barricada humana”, afirmó.

Además, sobre Thomsen, el principal acusado, dijo que su interés estaba puesto en resistirse a ser expulsado del boliche y no a pensar en cómo matar a Fernando. A su vez, resaltó que podrían haber huido en dos vehículos, pero se quedaron en el lugar. “No concientizaron el hecho”, indicó. El abogado también cuestionó el dolo: “Todos no le pegaron. ¿Qué pasa con el dolo? No hay dolo”. “No se pudo probar el plan para matar en esos siete minutos”, indicó.

A su vez, señaló que “no hubo estado de indefensión”. “Hubo una agresión de mis defendidos al otro grupo donde participaba Báez Sosa y eso debe ser calificado como homicidio en riña y también un homicidio simple con dolo eventual, y, para concluir, el homicidio preterintencional que corresponde”, aseveró. “Quiero plantear la nulidad del secuestro de los celulares y de las prendas de vestir, dado que no se le informaron sus derechos cuando se los detuvo”, acotó el abogado.

Calificó el juicio de “contradictorio”. “No me quiero imaginar qué pasaría si pido el homicida en riña y quedan todos en libertad”, ironizó. Finalmente, dijo que espera “una sentencia justa”, que “será acatada”. Tras el alegato del abogado de los acusados, la Fiscalía desestimó la nulidad.

Acusados “piden perdón” y familia de Fernando “exige justicia”

Los ocho acusados pidieron “perdón”, a lo que la madre de Fernando respondió: “No me miraron a la cara, no les creo nada. Quiero justicia”. En diez días se sabrá cuál es la decisión final.